La muerte del príncipe Felipe marca definitivamente la historia de la Familia Real y hoy comienzan un período de luto que se mantiene hasta el día del funeral. El cual, según adelantan los expertos, debería ser en el cementerio propio de la realeza británica: el Cementerio Real de los jardines de Frogmore. Si bien, no suele ser la opción más tradicional, aseguran que es lo que el duque de Edimburgo quería. Y si hay algo que caracterizaba a Felipe es precisamente la firmeza en sus decisiones, algo que la reina siempre valoró.
Y mientras los alrededores del palacio se llenan de flores y sentidos mensajes, la reina Isabel II empieza su propio luto de ocho días. Esto, independiente de cuándo se celebre el funeral, precisamente debido a la pandemia.
Estos ocho días tiene cierto protocolo a seguir, incluso afecta directamente al gobierno del país. La reina no puede firmar ni aprobar nuevas leyes que guarden relación al Consentimiento Real, es decir, aquellas que influyen directamente a la Corona. Además, el luto nacional significa apartar temas de Estado durante este período, como una demostración de respeto. Y esto se mantendrá hasta después del funeral de Felipe en el Cementerio Real.
Ahora bien, el lugar donde se llevará a cabo el funeral y reposará el padre del príncipe Carlos, no es cualquier lugar. Es más, es bastante icónico y no solo porque ocupa parte de los jardines de Frogmore, sino también porque es el lugar donde descansan la reina Victoria y el príncipe Alberto. Sin embargo, no suele ser el lugar para los consortes de la Corona. En esos casos se opta por la capilla de Saint George, dentro del Castillo de Windsor, donde se encuentra, por ejemplo, la Reina Madre.
¿Por qué entonces la decisión de Felipe? Según los medios británico el abuelo de William y Harry prefería los jardines de Frogmore y no el “encierro” en la capilla. Por otro lado, el funeral podría llevarse a cabo en la capilla del palacio de St. James, como el de la princesa Diana, o realizar algo más íntimo en la capilla de Saint George en el Castillo.
Felipe de Edimburgo no era un hombre de protagonismos, por lo mismo, cuando dejó sus labores oficiales en 2017 comenzó a disfrutar de su vida tranquila alejada de la agenda de Palacio. Y el hecho de mantenerse alejado del foco lo llevó incluso a decidir que no quería celebración de su cumpleaños número 100 en junio de este año. Así mismo, tiene derecho a un funeral de Estado, pero aseguran que siempre se mostró contrario a esa opción por el lío que generaría tal honor.
Más allá de las ceremonias oficiales y el luto de Isabel II, la familia guardará un período de 30 días, por lo menos. Un momento muy especial para la reina en el que su círculo, la familia, hoy está dividida. Harry y William hoy protagonizan la agenda mediática, pero no precisamente por su abuelo. Y es quizás el momento de reunión y conversación que necesitan.