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El mundo del arte y la cultura de Chile está de luto. A los 93 años, de neumonía, murió una de las más grandes pintoras de nuestro país, Gracia Barrios Rivadeneira, quien desde hace un tiempo padecía Alzheimer. Premio Nacional de Artes Plásticas (2011) y Premio Altazor (2000), su amor por la pintura lo tuvo desde que era una niña. Primero tuvo clases con Carlos Isamitt, y durante sus estudios secundarios tomó clases vespertinas en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile. Después continuó su educación formal en la misma casa de estudios. Entre sus maestros estuvieron Augusto Eguiluz, Pablo Burchard y Carlos Pedraza. El óleo y el acrílico fueron su principal material expresivo.
Hija del escritor y Premio Nacional de Literatura Eduardo Barrios (1884-1963), el autor de una de las obras más entrañables de la literatura chilena, El niño que enloqueció de amor, en 1952 se casó con el pintor de origen catalán José Balmes, quien a Chile llegó en el Winnipeg, al escapar de la Guerra Civil Española.
Junto a Balmes formó una de las duplas más emblemáticas del arte nacional. Los años 60 son clave. Con Eduardo Martínez Bonati y Alberto Pérez integraron el Grupo Signo, que abogaba por una pintura abstracta y expresiva, al mismo tiempo que planteó la necesidad de que el arte y los artistas (a través de sus obras y vidas) tuvieran un rol político. De hecho, la Reforma Universitaria los movió profundamente. En los 70 fueron parte de la Unidad Popular y tras el Golpe de Estado de 1973, vivieron el exilio con su hija Conchita, también pintora.
El retorno a la democracia, vino con su regreso al país. La escena pictórica nacional fue de alguna manera comandada e inspirada por Gracia Barrios, José Balmes y Roser Bru, entre otros. El mundo universitario nuevamente volvió a su vida, e hizo clases en la Universidad Católica y la Finis Terrae.
Una de sus obras más reconocidas es América no invoco tu nombre en vano (1970); que se inspira en el poema homónimo de Pablo Neruda y es parte de la colección del Museo de Arte Contemporáneo (MAC), de Santiago.
