Ni siquiera había aterrizado en Londres cuando la visita de Estado de Donald Trump al Reino Unido ya estaba envuelta en polémica. Afuera del imponente Castillo de Windsor, un grupo activista británico desplegó una pancarta monumental que mostraba al expresidente junto a Jeffrey Epstein, un recuerdo incómodo que amenaza con eclipsar su agenda diplomática.
El colectivo Everyone Hates Elon, conocido por sus intervenciones satíricas contra figuras como el vicepresidente JD Vance, Jeff Bezos e incluso Elon Musk, se adjudicó la acción y la compartió en Instagram con un mensaje mordaz: “Bienvenido al Castillo de Windsor Donald Trump”.
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En el mismo post, ironizaron sobre las intenciones de la visita. “El público británico lo recibió con ESTA gigantesca pancarta justo afuera del Castillo de Windsor, donde se hospeda con el Rey esta semana. Pagada por 1,770 personas. Este viaje al Reino Unido busca pulir la imagen de Trump, así que por favor NO compartan esta foto de la FOTO MÁS GRANDE DEL MUNDO DE ÉL CON EL CONVICTO PEDÓFILO JEFFREY EPSTEIN. Gracias por cooperar en este difícil momento para el Presidente“.
En los últimos años, Trump ha tratado de distanciarse de Epstein, pero la memoria pública es obstinada. Durante la campaña de 2024, prometió en repetidas ocasiones desclasificar los llamados “archivos Epstein”, aunque nunca logró convencer a la opinión pública.
Y es que sus propias palabras lo persiguen: en 2002 dijo a la revista New York que Epstein era un “un gran tipo”. Y añadió: “Incluso se dice que le gustan las mujeres hermosas tanto como a mí, y muchas de ellas son bastante jóvenes”. El grupo activista no dejó pasar la oportunidad de recuperar esa frase, que ahora aparece impresa en anuncios de paraderos de autobús, justo en vísperas de la visita presidencial.
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La elección del lugar hace aún más incómoda la escena. Windsor no es solo residencia real, también es el refugio del príncipe Andrés, cuyo nombre quedó marcado por sus propios vínculos con Epstein. Tras una entrevista fallida en BBC Newsnight en 2019, el duque de York se retiró de la vida pública. Y en 2022 fue despojado por Isabel II de sus títulos militares y patronazgos, después de intentar sin éxito desestimar la demanda de Virginia Giuffre. Aunque siempre ha negado las acusaciones, terminó llegando a un acuerdo extrajudicial por una suma no revelada.
