Como una decisión histórica ha sido considerada la abolición del secreto pontificio para casos de violencia sexual y abuso de menores cometidos por clérigos, de parte del Papa Francisco, que cumplió 83 años el pasado 13 de diciembre. Esta determinación entrará en vigor el 1 de enero de 2020. 

Esto se realizó a través de enmiendas presentadas en la audiencia concedida al Secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, y al Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal Luis Francisco Ladaria. Eso sí, aunque el Papa no ha hecho referencia directa, en su cuenta de Twitter posteó “cada conversación nace de un anticipo de misericordia, de la ternura de Dios que captura el corazón”.

Las modificaciones son a tres artículos del motu propio –o sea un documento de la Iglesia Católica emanado por el Papa por su propia iniciativa– llamado Sacramentorum Sanctitatis Tutela, que era de Juan Pablo II y que ya había sido modificado en 2010. De acuerdo a la actual decisión se establece que uno de los delitos más graves reservados para el juicio de la Congregación para la Doctrina de la Fe es la adquisición, posesión o distribución por un clérigo de imágenes pornográficas de menores de dieciocho años, con fines de gratificación sexual, por cualquier medio o utilizando cualquier tecnología.

El segundo artículo hace mención al papel de abogado o procurador y establece que lo puede desempeñar un miembro de los fieles con un doctorado en derecho canónico, aprobado por el juez presidente de la universidad. El tercer artículo señala que en otros tribunales, para los casos bajo estas normas, solo los sacerdotes pueden cumplir válidamente las funciones de Juez, Promotor de Justicia y Notario”.