Tener un vientre plano es el deseo de muchos, el resultado de la constancia de otros, y por qué no, de la suerte de aquellos con cierta genética fit. Y si eres del primer grupo los expertos coinciden en ciertos trucos para lograr tu objetivo. Eso sí, debes estar dispuesto a sudar y sacrificar ciertos placeres.

Y es que la fórmula confirmada por los expertos responde a dos cosas: ejercicio y comida saludable. Ahora, tampoco es pasar la mitas del día haciendo deporte y comer como un pajarito. Pero sí debes hacer los ejercicios adecuados, y comer aquellos que te ayude y no te perjudique.

El ejercicio perfecto

Cuando se trata de tener un vientre plano o reducir los michelines, los abdominales entran en el juego. Y es que el beneficio es doble, obtienes resultados estéticos y te ayuda a controlar la grasa que se puede acumular en esa zona.

Por lo tanto, lo ideal es realizar ejercicios de core, palabra que incluye la zona de músculos abdominales, lumbares, pelvis, glúteos y la musculatura profunda de la columna. Aquí las planchas abdominales son la elección y hay diferentes tipos. Apoyadas en brazo, codos y laterales. En internet encontrarás cientos de ejercicios o puedes apuntarte con estas tres versiones de plancha. A esto le puedes sumar serie de los clásicos abdominales, y combinar algunos con algo de peso.

Aquí es bienvenido también seguir los 9 mandamientos de Harvard para un vientre plano y tonificado.

Sobre las poco afamadas grasa…

Sabemos que hay grasas malas y buenas. Las primeras son las enemigas de tu vientre: frituras, congelado y procesados. Además, no los necesitas. Entonces, la sugerencia es cambiarla por las buenas, ya que la mayoría de los ácidos grasos son reguladores metabólicos y también intervienen en las fusiones del sistema inmunológico. Además, algunos como el omega-3 y omega-6ayudan a reducir la inflamación, mejorar la sensibilidad a la insulina y favorecen el control del peso.

¿Dónde encuentras? En las sardinas, salmón, paltas, frutos secos, aceite de coco, huevos, aceite de oliva, semillas de chía, chocolate negro. Evidentemente, todo con moderación.

Azúcar y sal

El gran enemigo es definitivamente el azúcar, y eso no es una novedad. Y la cucharadita del café no es el problema, sino los cereales, mermeladas, pan de molde, ketchup, pastelería y demás.

Eliminar azúcares agregados y reducir la cantidad de sal. Pues el sodio es responsable, en parte, de la retención de líquidos.

Para tener una buna salud intestinal,  apuesta por alimentos probióticos como el chucrut, la kombucha o el kéfir. Tu cuerpo, tu vientre plano y también tu mente te lo agradecerán.