Aaron Taylor-Johnson, se lució en una rara aparición en la alfombra roja junto a su esposa, Sam Taylor-Johnson, y dos de las hijas de ella en el estreno de su nueva película, Kraven The Hunter.
El evento tuvo lugar en el icónico AMC Lincoln Square Theater en Nueva York, y la familia no pasó desapercibida con sus looks coordinados y su energía positiva.
Ver esta publicación en Instagram
El actor de 34 años y la directora, de 57, posaron felices para las cámaras, acompañados por Angelica Mara Jopling, de 27 años, y Jessie Phoenix Jopling, de 18, fruto del matrimonio anterior de Sam con Jay Jopling.
Aunque la pareja tiene dos hijas juntas, Wylda (13) y Romy (12), estas no estuvieron presentes en el evento. Aaron explicó más tarde a E! News que las niñas no pudieron asistir porque aún no tienen la edad suficiente para ver la película.
La historia de amor entre Aaron y Sam comenzó en 2008, cuando trabajaron juntos en la película Nowhere Boy. Desde entonces, la pareja ha enfrentado críticas por sus 23 años de diferencia, pero siempre han defendido su relación.
Ver esta publicación en Instagram
“¿Estás haciendo algo demasiado rápido para otra persona? No entiendo eso. ¿A qué velocidad se supone que debes disfrutar la vida? Es algo extraño para mí” dijo Aaron en una entrevista con Rolling Stone UK en marzo.
Además, dejó claro que su prioridad es su familia: “La gente ve y percibe algo relacionado con mi carrera, y está bien. Pero yo solo trato de equilibrar a mi familia y mi trabajo“.
“Llevo una vida normal, citas con el dentista. Mi carrera no necesariamente queda en segundo plano, pero las decisiones que tomo tienen un enfoque diferente”, señaló el actor.
Sam, por su parte, también ha salido a defender su relación. En una entrevista con The Guardian en abril, declaró que la diferencia de edad “nunca” ha sido un problema para ellos.
“Es solo gente molesta con su propia tristeza, con dudas sobre sus propias vidas”, afirmó. También dejó en claro que sus hijas no se ven afectadas por las críticas. “Ellas ven a dos padres amorosos y felices, así que realmente no les afecta. Solo piensan que la gente es un poco mala o está un poco loca”.
