Hace exactamente siete días el mundo entero se paralizó ante un posible nuevo conflicto armado entre Estados Unidos y, esta vez, las fuerzas militares iraníes. Mediante una conferencia de prensa, el presidente Donald Trump comunicaba que producto de la acción de drones se había dado muerte al general iraní Qasem Soleimani en el aeropuerto de Bagdad argumentando que el número uno de las temidas fuerzas Al Quds planeaba ataques militares en contra de diplomáticos y militares de su país en Medio Oriente. La respuesta del líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei no se hizo esperar aseguradorando que el asesinato del líder militar más importante de su país sería vengado. “Su marcha hacia Dios no pone fin a su camino o su misión, pero una poderosa venganza aguarda a los criminales que tienen su sangre y la sangre de los otros mártires de anoche en sus manos”, puntualizó el ayatolá.

Días después esas amenazas se cumplieron cuando Irán disparó misiles contra dos bases aéreas de Estados Unidos en Irak. El ataque no dejó heridos ni muertos pero reactivó la tensión entre Teherán y Washington. Y justo cuando en estos dos últimos días los ánimos parecían haberse calmado luego de que varios analistas concordaran en que la jugada militar no había perjudicado ni beneficiado a Donald Trump (eso por ahora), el accidente de un avión ucraniano con 176 pasajeros, en donde no hubo ningún sobreviviente, podría abrir en un nuevo capítulo de la tensión entre Occidente y Oriente. Entre los fallecidos del vuelo PS752 hay 82 iraníes, 63 canadienses (casi todos con doble nacionalidad iraní), 11 ucranios, 10 suecos, cuatro afganos, tres alemanes y el mismo número de ciudadanos británicos, que volaban hacia Kiev. Durante las últimas horas fuentes de la inteligencia de Estados Unidos, citadas por varios medos de ese país, detectaron que dos misiles iraníes fueron lanzados en la zona poco antes de que el avión se accidentara. Mientras tanto, un portavoz Downing Street dijo que el Reino Unido tiene informes “muy preocupantes” sobre el tema. Hasta el momento, todo parece indicar que los misiles alcanzaron al avión de forma accidental pero Donald Trump planteó sus sospechas hacia el país con el que está en tensión hace una semana asegurando que “se podría haber cometido un error. No fue nuestro sistema. No tuvo nada que ver con nosotros”.

Los restos del avión ucraniano estrellado en Irán.

A esto se suman las declaraciones del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, quien pidió respuestas certeras sobre lo ocurrido debido al gran número de canadienses que iban a bordo de la nave. La ruta Teherán-Kiev es una de las más usadas por esos vuelos ya que no hay vuelos directos entre la capital de Irán y Toronto. Los equipos de rescate, en tanto, ya dieron con el paradero de todos los cuerpos y ahora la investigación, que podría durar al menos un año, se centrará en las cajas negras del avión.