Y aunque nos faltaron A hard day’s night, Mary Poppins, A star is born, Victor Victoria, My Fair Lady, Chicago y All that Jazz, entre tantas otras, nos hemos puesto el desafío que rankear en orden regresivo, las películas más icónicas y memorables, esas que los actores cada cierto rato sin saber a veces porqué, dicen sus parlamentos en voz cantada.

10.- The Rocky Horror Picture Show (1975)

Cada Halloween, en los cines de todos los estados de Norteamérica, se reúne un gran grupo de seguidores de este filme para, todos disfrazados como los personajes, repetirse esta película y disfrutarla como un ritual comunitario, declamando sus diálogos a viva voz y de memoria, cantando y bailando sus coreografías al mismo tiempo que suceden en pantalla. Ese es el fenómeno de esta película de culto, sobre una pareja que se pierde en la mitad de una tormenta, encontrando un extraño castillo y pese a que no confían en sus habitantes, una vez  que conocen al doctor Frank-N-Furter, no tendrán escapatoria. Una experiencia que hay que vivir.

9.- Bailarina en la Oscuridad (2000)

Una inmigrante hace lo imposible por sacar adelante a su hijo. La pasión por los musicales es su única vía de escape, especialmente cuando empieza a quedarse ciega y descubre que el pequeño correrá la misma suerte si no consigue el dinero suficiente para la operación. El resultado es fascinante, pero Björk y el director Lars von Trier tuvieron suficiente el uno del otro para el resto de sus vidas. Nunca más pudieron verse. Y vaya cómo nos hicieron sufrir durante dos horas. Imposible poder olvidarlo.

8.- La La Land (2016)

De nada sirve negar el impacto que ha tenido este musical de Damien Chazelle en el público contemporáneo, aunque al final le arrebatasen el Oscar a Mejor Película de entre las manos. Literalmente. En este filme protagonizado por Emma Stone y Ryan Gosling, que dan vida a una camarera aspirante a actriz y un músico de jazz que se gana la vida tocando en bares de mala muerte, fluye el amor, la música, los sueños y la ambición.

7.- El Mago de Oz (1939)

Un violento tornado manda a Dorothy a un mundo de fantasía. Para volver a casa, deberá atravesar el mágico reino de Oz que está repleto de criaturas de todo tipo, incluida una malvada bruja que lleva años sin ducharse. El color y las canciones inundaron la pantalla, haciendo las delicias de espectadores de todas las edades y calmando a los productores de la metro tras un tortuoso rodaje por el que pasaron.

6.- Los paraguas de Cherburgo (1964)

Geneviève está enamorada de Guy, pero su madre no ve con buenos ojos el romance porque su hija es muy guapa y su pretendiente muy pobre. Cuando un rico joyero comienza a pretender a la joven, Geneviève tendrá que acelerar sus planes para terminar con Guy. Con la preciosa música de Michel Legrand, el adicto a los musicales Jacques Demy firmó su película más querida y recordada. Sin duda, una de las mejores películas de amor de todos los tiempos.

5.- Cabaret (1972)

Berlín, años 30. El Kit Kat Club es uno de los refugios nocturnos de una ciudad que ha visto como el partido nazi ganaba poder día a día. Sally Bowles, la estrella del espectáculo, sueña con traspasar las paredes del único local donde ha brillado. Liza Minnelli, Michael York y Joel Grey se ganaron un espacio en la historia del cine desde que esta película se proyectó por primera vez. Sería la película emblema en la carrera de Liza Minnelli.

4.- Moulin Rouge! (2001)

El director Baz Luhrmann se demostró como el artista del siglo XXI con este festival de música, baile y color ambientado en el Moulin Rouge de París, con Nicole Kidman y Ewan McGregor a la cabeza del reparto. Brillante, histéricamente postmoderno, de ritmo frenético, excéntrico, triste y trágico. Es, además, una de las mejores películas de Nicole Kidman.

3.- Amor sin barreras (1961)

Una nueva lectura de Romeo y Julieta pero situado el conflicto en las bandas callejeras de Brooklyn, este musical pasó a la historia por sus excelentes canciones y una coreografía que renovaba la tradición del género. En colaboración con el coreógrafo Jerome Robbins, Robert Wise dirigió su última gran obra. En ella, los Sharks y los Jets se disputan el control del West Side neoyorkino. En mitad de su disputa, surge el amor entre dos miembros de bandos opuestos. Con música de Leonard Bernstein y del fallecido Stephen Sondheim, el resto ya es historia. Ahora solo queda ver desde este jueves la supuesta maravilla que nos tiene preparada Spielberg con su nueva versión.

2.- La novicia rebelde (1965)

El viudo capitán von Trapp tiene siete hijos a los que no sabe cómo poner en regla, hasta que una ex novicia aparece por su pradera austriaca y devuelve la alegría a la familia a base de canciones. Julie Andrews, solo un año después de Mary Poppins, ratificó su papel de niñera perfecta y firmó uno de los mejores musicales de todos los tiempos. Uno que no cansa de ver y disfrutar.

1.- Cantando bajo la lluvia (1952)

Memorable musical que se ha erigido en una de las indiscutibles obras maestras del género. Tomando como pretexto la irrupción del cine sonoro, construye una historia con inolvidable números coreográficos y que por más que pasen los años mantiene su dignidad y su grandeza de sobra. Contiene además uno de los mejores números de baile de Gene Kelly.