Si hay algo que nos dejó el encierro y la pandemia ha sido el incentivo del deporte como parte de nuestra rutina. Hacer ejercicio debería ser parte de nuestro día a día y cada vez son más las mujeres que lo incluyen en su rutina, así como también el entrenar con peso.

Sumarle peso a los entrenamientos está confirmado que incluso quema más calorías que el cardio, y a partir de los 40 años, se ha demostrado que suma beneficios extra. Sobre todo, si se trata de minimizar los efectos del paso del tiempo.

Entre estos beneficios, los expertos destacan:

Aumenta la densidad mineral ósea

Es decir, el entrenamiento con peso aumenta la resistencia y la densidad mineral óseas. Los huesos se adaptan al entorno, pero si no se les estimula, se vuelven más frágiles y rígidos.

Mejora la composición corporal

El entrenamiento de resistencia ayuda a ganar músculo e incrementa el gasto energético diario. Por lo que este aumento de masa muscular puede ayudar a mantener el peso ideal.

Mejora la postura

Incorporar ejercicios de resistencia también ayuda mejorar la postura y corregir desequilibrios musculares. Es más, coinciden en que cierta mala postura suele ser resultado de músculos demasiado tensos, o bien, demasiado débiles.

Fuerza muscular y resistencia

Aumentaremos la fuerza y resistencia. Esto, porque los músculos se adaptan a ser más capaces de soportar dichos estímulos. La fuerza apunta a ejercer grandes fuerzas, mientras que la resistencia es la capacidad del músculo de mantener esa fuerza a pesar de la fatiga.

Mejora la movilidad

Con esto nos referimos a la amplitud de movimiento, y no es lo mismo que flexibilidad. Mientras más ejercitemos el músculo y ampliemos el rango de movimiento, mejor será nuestra movilidad. Y para esto, el entrenamiento con peso es necesario.