Revista Velvet | A los 102 años, fallece Iris Apfel, ícono de moda estadounidense
Celebrities

A los 102 años, fallece Iris Apfel, ícono de moda estadounidense

A los 102 años, fallece Iris Apfel, ícono de moda estadounidense
Celebrities

A los 102 años, fallece Iris Apfel, ícono de moda estadounidense

POR equipo velvet | 01 marzo 2024

Este viernes, y con 102 años, falleció la leyenda de la moda, Iris Apfel. Ícono de la sociedad neoyorquina y destacada diseñadora de interiores, cautivó al mundo con su estilo único y audaz que a su edad desafiaba lo convencional. 

La “estrella geriátrica”, como ella misma se llamaba, fue una mujer que desafió las normas establecidas, encontró belleza en lo inesperado, y que dejó una marca indeleble en la industria de la moda. 

“Cuando no te vistes como todos los demás, no tienes que pensar como todos los demás”, dijo Apfel a The New York Times en 2011. Iris falleció su casa en Palm Beach. Stu Loeser, portavoz de su patrimonio, confirmó su muerte en un comunicado, pero no informó la causa específica.

La extraordinaria vida de la mujer que decoró la Casa Blanca

Durante su carrera, Apfel se convirtió en toda una leyenda fashionista, musa e icono de moda. A lo largo de su vida, trabajó para clientes como Greta Garbo e incluso estuvo en nómina de la Casa Blanca. 

Con 84 años, una exposición de su colección de alta costura la convirtió en una “estrella geriátrica”, y desde entonces ha sido la imagen de marcas de cosmético y moda, teniendo sus propias colecciones.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida por Iris Apfel (@iris.apfel)

Maxi-pulseras en las muñecas, collares por doquier, ropa siempre llamativo, los labios rojos y su melena perfectamente peinada. Y no podemos olvidar algún par de anteojos de sol o lentes exagerados. 

El dress code de Iris Apfel era único y una marca registrada, y es que no se trata de una centenaria cualquiera. Es más, ella se denominó como la “adolescente más vieja del mundo”.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida por Iris Apfel (@iris.apfel)

Apfel, fue un personaje mitológico de la alta sociedad neoyorquina y mucho más que un icono de moda. Iris trabajó durante décadas en diseño de interiores, antes de planear convertirse en lo que fue años después.

Esto, junto a su marido Carl Apfel, quien fundó la exitosa empresa Old World Weavers. Debido a esto, trabajó para estrellas de Hollywood y presidentes de Estados Unidos. De ahí su conexión directa con la Casa Blanca.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida por Iris Apfel (@iris.apfel)

Pero su salto a la fama no tuvo que ver con los ex mandatarios de Estados Unidos, sino más bien cuando el Metropolitan Museum de Nueva York le dedicó una exposición en 2005. 

Fue ahí cuando se convirtió en “estrella geriátrica”, como ella misma señaló en ese entonces. Y cuando el mundo de la moda, las revistas y casas de costura pusieron los ojos en ella, y no los quitaron más.

Antes de la fama 

Iris nació el 29 de agosto de 1921 en el barrio neoyorquino de Queens. Y fue la hija única de Samuel y Sadye. Él, un propietario de un negocio de espejos y cristales, y ella, dueña de una pequeña boutique de moda. 

“Adoraba los accesorios. Era una mujer muy avanzada para su época. Tuvo una boutique en los años 30 donde solía vender joyas fabulosas. Fue mi inspiración y es parte de mi ADN“, dijo sobre la influencia de su madre.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida por Iris Apfel (@iris.apfel)

Estudió arte en la universidad y siempre tuvo claro que se dedicaría a la moda. Pero su primer trabajo fue redactora de la revista de moda Women’s Wear Daily. Al poco tiempo se dio cuenta que no tendría ningún futuro.

Su siguiente trabajo fue decorar departamentos en Nueva York antes de ponerlos a la venta. Así, descubrió el placer de buscar tesoros en los mercadillos de la ciudad. Tenía buen gusto para muebles, colores y las texturas.

Iris tenía el estilo y la actitud adecuada, algo que reflejaba en su trabajo. Y su ecléctico estilo la convirtió en un personaje reconocido en los círculos de la alta sociedad neoyorquina. 

En 1948 conoció a Carl Apfel, a quien ella describía comodivertido, cariñoso y sabía cocinar comida china. ¿Qué más podía pedir?”. Poco después, pusieron en marcha la firma textil Old World Weavers, la que lideraron hasta 1992 cuando se jubilaron. 

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida por Iris Apfel (@iris.apfel)

Apfel viajaba a Europa, donde buscaba telas antiguas que luego imitaba para decorar las mansiones más exclusivas de sus clientes como Greta Garbo, Estée Lauder y la Casa Blanca.

Los Apfel participaron en proyectos de restauración de la residencia presidencial durante décadas, trabajando para nueve presidentes americanos, desde Harry Truman hasta Bill Clinton.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida por Iris Apfel (@iris.apfel)

Iris y Carl no tuvieron hijos, una decisión tomada en conjunto. Ella no quería sacrificar ni su vida ni su carrera, y tampoco quería dejar a sus hijos en manos de una niñera. 

“Quería una carrera y quería viajar”, explicó en su documental. Y fue así como logró una colección de accesorios y modelos de alta costura de casas como Dior o Lanvin. 

“Soy una romántica incurable. Compro cosas porque me enamoro de ellas. Nunca compro nada porque tenga mucho valor”, explicó entonces. Gracias a esta colección, se convirtió en una estrella a los 84 años. 

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida por Iris Apfel (@iris.apfel)

En 2005, el Museo Metropolitan de Nueva York le dedicó una exposición a su armario y su colección de accesorios. Fue así como una “retirada” Iris se convirtió en un icono.

Fashionistas y diseñadores se inspiraron en ella y desde entonces creó colecciones de carteras, anteojos y joyería, fue rostro de marcas de maquillaje, profesora universitaria, y asesora de Bergdorf Goodman.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida por Iris Apfel (@iris.apfel)

También, su casa en Park Avenue fue fotografiada por importantes revistas de decoración. En 2018, Mattel creó una Barbie en su honor y un año después, fichó por la agencia de modelos IMG. 

“Me encanta la moda, es maravillosa, pero no es mi vida”, dijo alguna vez. Y es que el gran amor de la vida de Iris fue será siempre su esposo Carl, quien falleció en 2015. 

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida por Iris Apfel (@iris.apfel)

Me visto para mí. Y para mi marido”, solía decir antes de enviudar. “Su humor y generosidad eran legendarios. Hicimos casi todo juntos. Me empujó a la fama y luego se deleitó con mi éxito”, reveló en su libro Accidental Icon.

Carl murió sólo tres días antes de que ella cumpliera 101 años, y estuvieron casados 68 años. “Al principio quedé destrozada. No creía que pudiera soportarlo, pero un día me di cuenta de que no querría que me quedara sentada y deprimida. Él era como una de esas madres escénicas”.

Al cumplir los 102, Iris aseguró que “preocuparse por envejecer es el beso de la muerte: tienes que estar ocupada e interesada. A veces, me encuentro fatal, hasta que alguien me dice: ‘Vamos a un mercadillo’. En cuanto pongo un pie allí vuelvo a sentirme como una adolescente“.

Te puede interesar