Un estudio reciente del Smidt Heart Institute del Cedars-Sinai reveló que las mujeres pueden obtener beneficios cardiovasculares significativos con menos ejercicio que los hombres.
Los resultados, publicados en la revista Journal of the American College of Cardiology, muestran que las mujeres pueden obtener más beneficios por cada minuto de actividad física en comparación a los hombres.
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“Las mujeres histórica y estadísticamente han quedado rezagadas detrás de los hombres en la práctica de ejercicio significativo”, dijo en un comunicado la coautora principal Martha Gulati, MD, del Smidt Heart Institute en Cedars-Sinai.
“La belleza de este estudio es aprender que las mujeres pueden obtener más de cada minuto de actividad moderada a vigorosa que los hombres. Es una noción incentivadora que esperamos que las mujeres se tomen en serio”.
El estudio se basó en datos de actividad física en el tiempo libre recopilados durante aproximadamente 20 años a través de la Encuesta Nacional de Entrevistas de Salud para 412,413 adultos estadounidenses de 27 a 61 años.
El estudio se publicó el 19 de febrero. Y demostró que durante aproximadamente 4.9 millones de años-persona de seguimiento, hubo 39,935 muertes por todas las causas y 11,670 muertes cardiovasculares.
Tanto hombres como mujeres alcanzaron un beneficio máximo de supervivencia a 300 minutos de actividad física aeróbica moderada a vigorosa por semana. Pero la reducción de la mortalidad fue sustancialmente mayor en mujeres que en hombres para la misma cantidad de ejercicio regular (24% vs. 18%).
Del mismo modo, para cualquier dosis dada de actividad física que lleve a 300 minutos por semana, las mujeres obtuvieron beneficios de supervivencia proporcionadamente mayores que los hombres, informaron los autores.
“Esperamos que este estudio ayude a todos, especialmente a las mujeres, a comprender que están en condiciones de obtener enormes beneficios del ejercicio“, señaló la autora principal Susan Cheng.
Priorizar la calidad sobre la cantidad es clave tras la publicación de este estudio. En lugar de enfocarse únicamente en la cantidad de ejercicio, las mujeres pueden centrarse en la calidad de su actividad física.
Esto significa elegir actividades que disfruten y que les permitan alcanzar una intensidad moderada a vigorosa durante al menos parte de su sesión de ejercicio. Como por ejemplo: correr, bailar, bicicleta, nadar, pilates, tenis, y yoga, entre otros.
Por otro lado, el estudio encontró que el entrenamiento de fuerza se asociaba con reducciones significativas en el riesgo de mortalidad. Por lo tanto, las mujeres podrían incluir más sesiones de entrenamiento de fuerza en su rutina semanal.
Para entrenamiento de fuerza, se incluye levantamiento de pesas, comenzando con pesas ligeras y aumentando gradualmente la carga, entrenamiento con bandas de resistencia, o clases de entrenamiento funcional.