Revista Velvet | Pilar Sordo: “La gratitud es una actitud frente a la vida”
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Pilar Sordo: “La gratitud es una actitud frente a la vida”

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Pilar Sordo: “La gratitud es una actitud frente a la vida”

POR equipo velvet | 09 noviembre 2020

Por Rommy Buchholz S.

“La gratitud es confundida con la educación”, asegura Pilar Sordo. Y explicó cómo hace 10 años, con influencia del budismo en Occidente, se comenzó a revisar el concepto de gratitud desde otro lugar, sobre todo, con una profunda conexión con la espiritualidad. “La gratitud es una actitud frente a la vida, es una postura frente a la vida donde le haces reverencia el fondo a todo lo que te pase. Incluso lo que no te pase, es una actitud de humildad. Es una actitud de entender que eres merecedora de eso que estás recibiendo”.

Sin embargo, dentro de esta práctica la especialista aseguró que lo más complicado es agradecer aquello que no tenemos. “Agradecer en estados de bienestar siempre será fácil”, aseguró. Y frente al actual escenario mundial plantea que, debido a que la gente lo está pasando muy mal, es incluso más relevante enseñar que aún en ese estado de carencia hay que tener la actitud de agradecer.

Y ante esto, surge la ‘aceptación’. “Es imposible poder tener una actitud de gratitud frente a la dificultad, si no aceptas que eso que te está pasando, por muy doloroso que sea, tiene un sentido y un misterio. Y ese misterio, te puede permitir agradecer”, señaló la psicóloga.

Muchos han vivido separaciones, cesantías, cierres de restaurant o empresas, o no han podido ver a sus seres queridos por meses, y Pilar afirma que es importante, a pesar de todo lo que se vive, saber decir “las cosas están bien, y son perfectas así”. Además, comparte con Carolina que la definición de aceptación que a ella más le gusta es la que habla de “perder la urgencia de querer que las cosas sean como yo quiero que sean”.

A esto también sumó el entender la relevancia de que es imposible agradecer sin estar conectados con el presente. Y eso se relaciona con lo que vivimos actualmente y un ritmo universal más lento del que traíamos en diciembre del año pasado. “Todo se demora más, todo tiene un timing distinto y para los que somos obsesivos, perfeccionistas y autoexigentes, nos ha costado bajar el ritmo y entender”.

Revisa el capítulo completo aquí.

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