En una nueva entrega de Sin Editar, el programa conducido por Pamela Díaz, Máximo Bolocco habló desde un lugar de madurez y honestidad. A sus 23 años, el hijo de Cecilia Bolocco y del fallecido expresidente argentino Carlos Menem compartió una reflexión profunda sobre la muerte, la relación con su padre y la paz que encontró tras su partida.
El joven, hoy estudiante de arquitectura, reconoció que su vínculo con Menem fue tan complejo como público. Nacido durante el matrimonio del político con la ex Miss Universo chilena, la vida de Máximo estuvo marcada por la exposición mediática y las tensiones familiares que siguieron al quiebre entre sus padres. Tras regresar a Chile junto a su madre, el contacto con el entorno paterno fue intermitente, y las diferencias continuaron incluso después del fallecimiento de Menem en 2021, a los 90 años.
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Lejos de idealizar el pasado, Máximo abordó la pérdida con una serenidad que conmovió a la audiencia. “Yo agradezco que él se haya ido, porque lo estaba pasando muy mal”, dijo. Y agregó: “Estaba enfermo y estaba rodeado de gente que no le sumaba mucho, por lo que yo… y él lo único que quería era descansar”.
“Los últimos años de su vida no fueron plenos. Con encarcelamiento entre comillas, pobrecito. Aparte, cuando él se fue ya no tenía la necesidad de seguir comunicándome con ellos“, explicó, aludiendo a los conflictos que persistieron con la familia Menem.
“Siempre que me comunicaba con ellos me hacía mal, algo pasaba, había un drama, quedaba la caga”, confesó con franqueza. La muerte de su padre, paradójicamente, parece haberle traído una forma distinta de cercanía: “Desde que él se fue me siento más acompañado por él y no tengo que comunicarme más con (sus hermanos)”.
En la conversación, Máximo también mencionó que, tras la muerte de su padre, recibió tres relojes que pertenecieron a él. Un gesto que, según explicó, resume el vínculo que alcanzaron y marca el fin de una etapa.