Inna Moll llevó a Bangkok una corona invisible: la de la coherencia. La representante chilena en Miss Universo decidió alzar la voz tras el episodio que ensombreció la ceremonia de imposición de bandas en Tailandia, donde el glamour quedó eclipsado por un gesto que las participantes calificaron de inaceptable.
El episodio involucró al director del certamen, el tailandés Nawat Itsaragrisil, y a la representante de México. La atmósfera, que debía ser de celebración, giró hacia la tensión cuando Nawat propuso que cada candidata grabara un video invitando a sus seguidores a votar por ellas en la cuenta de Miss Universo Tailandia. Las publicaciones con más “me gusta” obtendrían una cena privada con él, junto a una supuesta ventaja en la competencia. Una dinámica que, más que incentivar engagement, despertó sospechas.
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La representante mexicana fue la primera en cuestionar el inusual requerimiento, dejando claro que la iniciativa no figuraba dentro de las reglas oficiales y que debía consultar a su organización antes de participar. El comentario detonó la molestia del directivo, quien la habría mandado a callar y la llamó “estúpida” frente a todas.
Esa falta de respeto no quedó sin respuesta. Varias participantes se levantaron y se fueron, entre ellas, Inna Moll. La chilena quiso aclarar rumores en redes: “Mucha gente está diciendo ‘Ay, es que Inna no se fue y no se paró’. Fui la primera en pararme”, afirmó en un live de Instagram. La influencer agregó que también vivió un gesto descortés por parte del organizador. “A mí Nawat me cerró la puerta en la cara, pero bueno…”, relató.
Consultada por la agresión contra Miss México, Inna optó por una respuesta empática y contenida, sin alimentar el morbo. “Lo único que les puedo decir es que todas estamos con ella, no la vamos a dejar sola, y así fue el día que pasó”.
Miss Universo suele ser un escenario de brillo, esfuerzo y belleza diversa. Sin embargo, este episodio abre una conversación urgente sobre los límites, el trato a las candidatas y el tipo de liderazgo que un certamen global debería representar en pleno 2025.