Tras la decisión del rey Carlos III de retirar oficialmente los títulos reales del ex príncipe Andrés y ordenar su salida de Royal Lodge, en Windsor, una pregunta empezó a circular entre los británicos con más ternura que escándalo: ¿qué pasará con los corgis de la reina Isabel II?
El Palacio de Buckingham confirmó a The Independent que Muick y Sandy, los dos perros que acompañaron a la monarca hasta sus últimos días, seguirán con la familia después de la mudanza. La noticia llega justo cuando Sarah Ferguson, exesposa de Andrés, se prepara para dejar la residencia y comenzar “una vida independiente”, tras décadas compartiendo techo con el duque. “Los corgis permanecerán con la familia”, señaló el Palacio, sin precisar si quedarán bajo el cuidado de Andrés, de Sarah, o de sus hijas, las princesas Beatriz y Eugenia.
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Los corgis no son simples mascotas: son parte viva del legado de Isabel II. La Reina llegó a tener más de 30 perros entre corgis y “dorgis”, pero solo Muick y Sandy la sobrevivieron, acompañándola incluso en su funeral, en septiembre de 2022.
Tras su fallecimiento, Ferguson y Andrés los acogieron, convirtiéndose en los guardianes del símbolo más tierno de la era de la fallecida monarca. En septiembre pasado, la duquesa rindió homenaje a la monarca con una foto de los perros en Instagram.
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“Su Majestad será eternamente amada, siempre extrañada y nunca olvidada. No pasa un día sin que piense en la bondad que me mostró, en los buenos y malos momentos. Cuidar de los corgis de Su Majestad es un honor y un recordatorio diario de los momentos que compartimos”, señaló.
En 2023, Ferguson recordó entre risas lo que significa cuidar a los corgis. “Son íconos nacionales, así que cada vez que corren tras una ardilla, entro en pánico. Pero son una alegría total. Y siempre pienso que cuando ladran a la nada, sin una ardilla a la vista, es porque la Reina está pasando cerca”, aseguró.
El 30 de octubre, el Palacio confirmó que el rey Carlos había despojado a Andrés de sus títulos de príncipe y Su Alteza Real, además de ordenar que entregara el contrato de Royal Lodge. En su lugar, el duque se mudará a una propiedad en la propiedad privada de Sandringham.
Una fuente cercana reveló a People que Sarah no lo acompañará. “Ella se mudará y vivirá en una casa separada. Contrario a los rumores, nunca ha pedido una propiedad ni ninguna provisión para sí misma. Seguirá construyendo una vida independiente“.
La medida se da en medio del renovado escrutinio sobre los vínculos del exduque y Ferguson con Jeffrey Epstein, tras la publicación de correos electrónicos entre ambos y el fallecido empresario. El Palacio cerró su comunicado con un mensaje que no pasó inadvertido. “Sus Majestades desean dejar claro que sus pensamientos y más profundas simpatías han estado. Y seguirán estando, con las víctimas y sobrevivientes de toda forma de abuso“, concluyó la declaración.
