Hay premios que celebran el talento, y otros que lo trascienden. En esta ocasión, la Academia Latina de la Grabación y la Fundación Cultural Latin Grammy decidieron honrar no solo una carrera, sino una vocación: la de enseñar. La chilena Luciana Ortega acaba de convertirse en la primera docente en recibir el Premio al Educador de Música Latina, una nueva distinción que busca “honrar a educadores que dejan huella al integrar la música latina en sus aulas, transformando vidas a través de su poder educativo y cultural”.
El reconocimiento a Ortega marca un precedente. Desde la región de Ñuble, donde imparte clases en el Instituto Santa María y el Liceo Nuestra Señora de la Merced de San Carlos, su labor pedagógica ha inspirado a generaciones enteras. Formada en la Universidad de Concepción (UdeC), su enseñanza se ha caracterizado por una mirada profundamente humana y arraigada a la identidad latinoamericana.
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“Inspira a más de 400 estudiantes con una enseñanza que trasciende las partituras, despertando conciencia, identidad y amor por nuestras raíces”, destacó la Fundación Cultural Latin Grammy en su comunicado.
No es la primera vez que el trabajo de Luciana Ortega recibe atención internacional. En 2024 fue reconocida con la versión chilena del Global Teacher Prize y seleccionada entre los Top 50 mejores docentes del mundo, reafirmando el impacto de su propuesta educativa. Desde la UdeC, su casa de estudios, subrayaron que “bajo su guía, cientos de estudiantes han conectado con la música desde sus raíces”.
Pero para Ortega, el galardón tiene un sentido que va más allá del mérito personal. “Este reconocimiento no lo siento de manera solo personal, sino como una expresión de amor hacia la educación musical latinoamericana“, expresó.
Fiel a su espíritu, la profesora dedicó el logro “a todas las y los docentes que día a día siembran esperanza en sus aulas. Y resisten y luchan no por sí mismos, sino por la educación de sus estudiantes y por mejores oportunidades para ellas y ellos”. Y añadió: “Más que un premio, lo siento como una confirmación de que la vocación, la constancia y el entregar con amor también pueden transformar el mundo”.
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