Revista Velvet | El príncipe Andrés, nuevamente en la mira
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El príncipe Andrés, nuevamente en la mira

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El príncipe Andrés, nuevamente en la mira

POR Rommy Buchholz | 23 octubre 2025

Una nueva biografía vuelve a situar al príncipe Andrés en el centro del escándalo. En Entitled: The Rise and Fall of the House of York, el escritor británico Andrew Lownie describe al duque caído en desgracia como un hombre “obsesionado con el sexo”, que pedía a su entorno “conseguir chicas” para él, con una marcada preferencia por bailarinas y mujeres rubias.

Según el libro, incluso sus propios escoltas, pagados con dinero público, participaron en estas gestiones. “Observaba a una bailarina atractiva en el Royal Ballet y luego enviaba a su escolta personal para invitarla a conocer al príncipe”, señala Lownie. “Otras veces, mandaba a sus ayudantes a invitar chicas a su mesa en el club londinense Chinawhite o a su suite de hotel cuando estaba en el extranjero”.


El autor agrega que “el personal de Andrés a menudo pedía que se invitara a mujeres atractivas a los eventos, con un secretario privado especificando: ‘Le gustan las rubias'”. La respuesta de un diplomático fue tan incómoda como memorable: “Soy diplomático, no proxeneta”.

Viajes, hoteles y rumores

Lownie también asegura que durante su etapa como enviado especial de comercio del Reino Unido, cargo que abandonó en 2011 tras las críticas por sus vínculos con Jeffrey Epstein, el príncipe optaba por hospedarse en hoteles “para tener más independencia sobre a quién veía, ya fueran mujeres o empresarios”.

“Se contaban historias de acompañantes que se hacían pasar por profesionales, para que él pudiera elegir”, afirma el biógrafo, revelando el patrón de comportamiento que habría marcado los años más activos de Andrés como figura pública.

Otro de los capítulos más delicados del libro se centra en su vínculo con el English National Ballet, del que fue patrón tras la muerte de la princesa Diana en 1997. Según un antiguo empleado de la compañía, “su principal interés eran las bailarinas, más que el ballet en sí”.

Lownie relata que, en las ocasiones en que asistía a funciones, el príncipe “insistía en elegir quién se sentaría con él en el palco real”. Los nombres, añade, no se compartían con la organización. “Se sospechaba que se trataba de amantes y de varios empresarios. El presidente podía entrar al intermedio para tomar una copa”.

Estas revelaciones salen a la luz poco después de que el propio Andrés anunciara su decisión de renunciar a todos sus títulos, incluido el de duque de York. “Las acusaciones continuas sobre mí distraen del trabajo de Su Majestad y de la Familia Real”, declaró en un comunicado.

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