En el estreno de la nueva temporada de La Divina Comida, Tanza Varela dejó por un momento el humor y las anécdotas de sobremesa para abrir la puerta a una historia profundamente personal: su amor con el cineasta Matías Bize, uno de los directores más destacados del cine chileno contemporáneo.
Sentada junto a Patricio Pimienta, Francisca Imboden y Wildo, la actriz compartió cómo comenzó su vínculo con el realizador. “A Matías lo conocí en Chile. Llevábamos mucho tiempo hablando por redes sociales, estábamos ya full enamorados”, recordó, en declaraciones recogidas por Página 7.
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Lo curioso, confesó, es que la relación se gestó a distancia y el primer encuentro ocurrió recién un año después. “De repente, yo me vine cinco días. Me tomé un avión cuando ya estábamos como ‘explotando’ de amor. Lo vine a conocer a Chile y estuvimos, literalmente, cinco días encerrados”.
Hoy, la pareja comparte su vida entre proyectos y una hija llamada Roma. Pero el camino que los llevó hasta ella no estuvo exento de dolor. Con una honestidad conmovedora, Varela habló por primera vez de la pérdida que marcó su maternidad. “Ella llegó después de una pérdida súper dura que tuvimos con Matías, que la voy a contar y la voy a dejar aquí porque creo que no la he compartido en profundidad“.
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Luego, agregó uno de los relatos más desgarradores de la noche. “Nació, aproximadamente, de 20 semanas y la parimos. La tuvimos en los brazos. Nos tocó cremar a nuestra hija, imagínate, después de tanto dolor“.
Con la voz entrecortada, Tanza resumió esa experiencia como una herida compartida que los unió en la fragilidad más pura del amor. “Tuvimos que ir al crematorio. Fue súper heavy, quedamos los dos solos. Creo que una de las cosas más dolorosas… y, si no, la más dolorosa que nos ha pasado en la vida“.
En ese silencio posterior, quedó claro el peso de su testimonio. Más allá de la pantalla o la exposición mediática, Varela y Bize compartieron una historia marcada por la pérdida, la resiliencia y la posibilidad de empezar de nuevo.
