Emma Watson volvió a encender rumores al asistir al Festival de Cannes. La actriz británica, que desde hace años optó por dar un paso al costado en la industria, parecía estar lista para regresar a los focos. Sin embargo, en una reciente entrevista con Hollywood Authentic, la recordada Hermione Granger habló con inusual honestidad sobre lo que realmente significa para ella estar lejos de Hollywood.
Su último proyecto fue Mujercitas (2019), y desde entonces Watson ha dedicado su tiempo a su formación académica y a reconstruir las bases de su vida. “En cierto modo realmente gané la lotería (con la actuación). Y lo que me pasó es tan inusual”, reconoció la actriz de 35 años. “Pero un componente más grande que el trabajo en sí es la promoción y la venta de ese trabajo, de esa pieza de arte. Ese balance puede desequilibrarse bastante. Creo que seré honesta y directa: no extraño vender cosas. Me pareció algo que destruía el alma. Pero extraño mucho usar mis habilidades, y extraño mucho el arte”.
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Watson confiesa que la actuación le regaló momentos únicos, aunque muchas veces sentía que la parte que más disfrutaba quedaba relegada. “Simplemente sentí que hacía tan poco de la parte que realmente disfrutaba… cuando la cámara empieza a rodar y puedes olvidarte de todo lo demás en el mundo salvo de ese instante, es una forma de meditación muy intensa. Eso lo extraño profundamente. Pero no extraño la presión“.
La actriz recordó cómo incluso un pequeño proyecto con amigos la devolvió a la tensión del oficio. “Hice algo pequeño para una obra, solo con mis amigos, y pensé: ‘¡Maldita sea, esto es estresante!’. Y ni siquiera era frente a un público real. Eso no lo extraño“.
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Aunque no descarta dirigir o explorar otros roles detrás de cámara, Watson pone el acento en algo más urgente: su vida personal. “Lo más importante, en realidad, es tu hogar, tus amigos y tu familia. Creo que trabajé tanto, por tanto tiempo, que mi vida se desmoronó un poco. Lo que se vino abajo fui yo y mi vida. Así que necesitaba hacer trabajo de construcción. Poner buenas bases para que cualquier otra cosa pudiera crecer”.
Ese proceso de reconstrucción, admite, fue más desafiante de lo que imaginaba. “Alejarse de algo es mucho más difícil que ir hacia algo. Dejar cosas, y no saber, es mucho más duro, creo, que tener una meta y poder decirle a todos exactamente qué estás haciendo. Así que en ese momento se sintió muy valiente. Y, siendo honesta, en realidad estaba más bien asustada y con mucho miedo. Pero me alegra mucho que fuera lo correcto. A veces lo difícil es lo correcto, no lo fácil”.
Hoy, Emma Watson asegura que vive un presente distinto, lejos de los sets y las alfombras rojas, pero con un bienestar que la sorprende. “Estoy quizás más feliz y saludable que nunca”, aseguró.
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“Creo que lo interesante de ser actor es que hay una tendencia a fracturarte en múltiples personalidades… cargar con una persona pública que necesita alimentación constante, pulirse y glamurizarse. Es algo que consume muchísima energía. Y dejar esas múltiples identidades liberó tanto espacio, creo yo, para ser una mejor hermana, hija, amiga, nieta, y luego artista. Y alguien que intenta hacer un pensamiento crítico propio”.
