Han pasado casi dos décadas desde que El diablo viste a la moda llegó a los cines y transformó la manera en que la moda fue retratada en la cultura pop. Hoy, en un momento simbólico, apenas días después de que se anunciara que Chloé Malle será su sucesora en Vogue, Anna Wintour decidió hablar sin rodeos de la película que la ha perseguido durante años.
La cinta de culto, estrenada en 2006 y basada en la novela homónima de Lauren Weisberger (antigua asistente personal de Wintour), instaló en el imaginario colectivo a Miranda Priestly, interpretada magistralmente por Meryl Streep. Su carácter implacable y su aura de jefa temible alimentaron de inmediato las comparaciones con la poderosa editora en jefe de Vogue.
Ver esta publicación en Instagram
En el pódcast The New Yorker Radio Hour, Wintour recordó el día de la premiere, al que llegó envuelta en Prada, sin sospechar que se convertiría en parte del mito. “Bueno, fui al estreno vestida de Prada, sin tener la menor idea de qué trataba la película. Primero que nada, era Meryl Streep, lo cual es fantástico. Y luego fui a ver la película y me pareció sumamente entretenida. Fue muy divertida“, confesó.
La británica también reconoció que, en aquel entonces, la industria se mostró cautelosa con su reacción. “En ese momento, la industria estaba muy tiernamente preocupada por mí, por cómo estaba siendo reflejada como una persona difícil”, contó. Aunque admitió entre risas que la interpretación de Streep tenía un matiz casi caricaturesco.
Con distancia y cierta complicidad, la editora dio a entender que finalmente ha hecho las paces con la cinta que la inmortalizó en la ficción. “Al final tenía mucho humor, mucho ingenio, tenía a Meryl Streep. Quiero decir, estaba Emily Blunt. Todas estuvieron increíbles. Y al final, pensé que era un retrato justo”. Un comentario que, en el mejor estilo Wintour, deja claro que Miranda Priestly puede haber sido una caricatura, pero no estaba del todo equivocada.
