La familia Iglesias-Kournikova crece y según ha confirmado revista ¡Hola!, la pareja espera su cuarto hijo.
De acuerdo a una fuente cercana que habló con el medio citado, Enrique y Anna están muy ilusionados con la noticia y volver a ser padres.
El cantante, de 50 años, y la extenista y modelo rusa, de 44, serán padres de nuevo a finales de este año. Ampliando aún más la gran familia que ya componen junto a los mellizos Lucy y Nicolás, de siete años, y Mary, de cinco.
Los rumores sobre un posible nuevo embarazo de la pareja comenzaron cuando iniciaba el verano europeo. Todo por unas imágenes publicadas en la misma revista, en las que se veía a Anna junto a los chicos de compras. Pero llamó la atención que estaba vestida muy oversize, algo que ella no suele hacer.
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Además, esas fotos coincidieron con el regreso de Enrique Iglesias a los escenarios españoles, cuando Anna no estuvo presente. Y es que claro, entre el cambio físicos y las conocidas recomendaciones de los médicos a la hora de evitar vuelos largos, se quedó al otro lado del océano.
Por su parte, el nuevo integrante de la familia será el noveno nieto de Isabel Preysler, quien ya tiene a Alejandro y Sofía, hijos de Chábeli Iglesias y Christian Altaba; Miguel, Mateo y Martín, de Ana Boyer y Fernando Verdasco, y los tres que Enrique y Anna han tenido durante su relación. Estos últimos, siempre rodeados del factor sorpresa.
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La pareja siempre ha mantenido la gestación y alumbramiento de sus niños con extrema discreción, alejados del ojo público. Algo que incluso han llevado a su casa en Miami, en la exclusiva isla de Indian Creek. Pocas veces se les ve en público y no su casa está extremadamente blindada ante posibles paparazzis.
Por su parte, si bien Enrique Iglesias sigue siendo un cantante popular, en los últimos años, sus apariciones públicas se limitan exclusivamente a sus compromisos profesionales, procurando siempre que su fama no le impida ser un padre presente en la vida de sus hijos.
Anna, en cambio, tuvo que alejarse por una lesión de espalda que la retiró del tenis profesional, en 2003, cuando tenía 21 años y estaba en lo más alto de su carrera. A partir de entonces, Enrique y sus niños han sido su vida, y así pretenden que siga siendo.
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