Los príncipes de Gales se preparan para un nuevo capítulo familiar en Windsor. Tras tres años en Adelaide Cottage, Kate Middleton y el príncipe William, junto a sus hijos George, Charlotte y Louis, se preparan para mudarse a Forest Lodge, una residencia de ocho habitaciones ubicada en el corazón de Windsor Great Park.
Sin embargo, la mudanza no ha pasado desapercibida. Según informó el Daily Mail, dos familias que vivían en cabañas cercanas a la propiedad fueron solicitadas a dejar sus hogares durante el verano. Se trata de antiguas caballerizas reconvertidas en viviendas y arrendadas por la Corona. People confirmó que “no hubo órdenes de desalojo” y que los inquilinos fueron reubicados en residencias “similares o mejores” dentro del mismo Great Park.
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Un vecino comentó al medio británico que los residentes “no lo esperaban”. Y agregó: “Esas casas están muy cerca de la residencia, así que no van a querer a cualquier Tom, Dick o Harry viviendo ahí si habrá miembros de la realeza en la zona”.
Forest Lodge está siendo sometido a pequeñas remodelaciones antes de recibir a la familia, obras que los propios príncipes costean. Además, se han instalado nuevos arbustos y pantallas para garantizar la privacidad, un detalle cada vez más relevante considerando la atención que rodea a los futuros reyes.
Un portavoz del Palacio de Kensington confirmó la mudanza: “La familia Gales se mudará a una nueva casa a finales de este año”. Todo indica que este será un hogar de largo plazo, incluso cuando William ascienda al trono.
La nueva residencia se suma a la serie de movimientos que ha hecho la pareja para encontrar un equilibrio entre su vida familiar y sus deberes institucionales. En 2022, al instalarse en Adelaide Cottage, los tres niños comenzaron sus estudios en Lambrook, una escuela mixta en Ascot.
El círculo cercano de los príncipes reconoce que el cambio responde a una búsqueda de mayor normalidad. “La realidad es que en Londres están bastante limitados en lo que pueden hacer”, dijo un amigo a The Sunday Times en 2022. “Los niños no pueden ir al parque y jugar fútbol con amigos. Su plan es estar ahí los próximos 10 a 15 años y luego mudarse a Anmer, que es un lugar muy especial para ellos”.
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Con esta nueva mudanza, Kate y William reafirman una preferencia clara: dejar atrás el bullicio londinense para apostar por la intimidad de Windsor, priorizando a su familia sin descuidar su rol en la monarquía.
