Durante su reciente visita al Reino Unido, el presidente Emmanuel Macron fue objeto de críticas por una serie de gestos hacia la princesa de Gales, Kate Middleton, que algunos consideraron fuera del protocolo real británico.
El mandatario francés, acompañado por su esposa Brigitte Macron, fue recibido con todos los honores por la familia real en el castillo de Windsor, en una jornada cargada de simbolismo político y diplomático.
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Sin embargo, no fueron los honores ni los discursos los que se robaron la atención del público y la prensa, sino dos gestos que Macron dirigió a la princesa Kate: un beso en la mano durante el recibimiento oficial y un guiño durante el brindis de la cena de Estado.
Ambas acciones provocaron reacciones inmediatas. La periodista y biógrafa real Angela Levin, no tardó en manifestar su desaprobación. “Que Macron guiñe a la princesa es extremadamente maleducado”, escribió en redes sociales. “Como si le estuviera diciendo a nuestro país qué hacer. ¿Por qué tanto interés por un hombre tan desagradable?”, añadió.
Can we please stop reading too much into President Macron’s wink at the Princess of Wales? It looked like a harmless, light-hearted moment nothing scandalous. These things often happen in the blink of an eye (literally), & a still photo can make it seem like more than it was.… pic.twitter.com/8vFPkuPVYa
— Comments Section (@CandidCoverage) July 9, 2025
Cristian Salomoni, especialista en lenguaje corporal y relaciones protocolares, entregó una mirada distinta al medio Vanitatis. “Hay un claro choque entre los protocolos británico y francés. Los ingleses son más fríos, más comedidos. En cambio, los franceses tienen un comportamiento más expresivo, como más de caballero, con besos en la mano, como el que Macron le dio a Kate Middleton”, explicó.
Sobre el gesto del guiño, Salomoni fue claro. “A ella la veo en todo momento muy correcto y cómoda. Macron se comporta como es su personalidad. Cuando le guiña el ojo mientras brindan, es un gesto de galantería, de seducción y teatralidad. Él tiene carisma y se siente seguro. Sabe que tiene buena apariencia física y su personalidad se basa mucho en eso“.
Y aunque el gesto pueda parecer demasiado audaz para los estándares de la monarquía británica, el experto subrayó que la intención del presidente no fue romántica, sino diplomática: una performance calculada, en la que la teatralidad francesa se cruzó, no sin polémica, con la sobriedad inglesa.
President Macron kissing HRH The Princess Wales’s hand 😘#PrincessCatherine #StateVisitFrance pic.twitter.com/ugp4eFlMBY
— The British Prince (@freedom_007__) July 8, 2025