Han pasado 18 años desde que Ratatouille llevó a Pixar a la cima de la animación. Con una historia exquisita, la película conquistó al público y a la crítica, llevándose a casa el Óscar a Mejor Película Animada en 2008. Pero hoy, la realidad del estudio dicta mucho de aquella época.
La semana pasada, Elio, la última apuesta del estudio, debutó con cifras desalentadoras. Con solo 35 millones de dólares recaudados a nivel mundial, se convirtió en el peor estreno en la historia de Pixar. Un hito, pero por las razones equivocadas.
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Frente a este panorama, las alarmas se encendieron en Emeryville. Según reveló el periodista Jeff Sneider en el pódcast The Hot Mic, Pixar estaría trabajando en una secuela de Ratatouille como una estrategia para volver al corazón del público. Y por supuesto, recuperar terreno en la taquilla.
La idea de revivir a Remy y Linguini no parece estar del todo fuera de lugar. Pete Docter, uno de los pilares creativos del estudio, ya había reconocido que “son tiempos duros” para Pixar, según Cinemanía.
Además, la compañía anunció recientemente que apostará por un modelo híbrido: un estreno original y una secuela por año, alineándose con lo que estudios como Disney y DreamWorks han venido haciendo.
Sin embargo, el regreso del pequeño chef parisino podría ser tanto una jugada maestra como un arma de doble filo. Ratatouille ocupa un lugar especial en la memoria colectiva de toda una generación, y cualquier intento por replicar su encanto será observado con lupa.
Por ahora, Pixar no ha confirmado oficialmente la secuela. Pero si algo está claro es que, cuando el menú creativo no está funcionando, no hay nada como volver a los clásicos.
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