Lady Amelia y Lady Eliza Spencer, sobrinas de la recordada princesa Diana, se robaron las miradas esta semana en el Festival de Cannes. A sus 32 años, las hermanas demostraron que la moda coordinada aún las hace brillar.
Ambas desfilaron por la alfombra roja del evento La Venue De L’avenir en el Palais des Festivals con vestidos strapless de silueta péplum y faldas con cola. Amelia apostó por una versión en blanco, mientras Eliza optó por el negro.
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No es la primera vez que las hijas del conde Charles Spencer, hermano de la princesa de Gales, apuestan por esta clase de códigos de gemelas en eventos de alto perfil. Ya lo habían hecho en los British Fashion Awards de diciembre pasado, siempre bajo la lógica del alto glamour británico.
A la misma gala en Cannes también asistió su hermana mayor, Lady Kitty Spencer, de 34 años, quien lució un vestido morado con lentejuelas y escote con abertura de Dolce & Gabbana, casa de la que es embajadora desde hace años.
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Criados en Sudáfrica junto a su hermano menor, Louis, los Spencer vivieron alejados del ojo mediático durante su infancia. Sus padres, Charles y Victoria, se divorciaron en 1997, el mismo año en que Diana falleció trágicamente en París. Pese a la distancia geográfica, el vínculo con su historia familiar nunca se rompió.
En enero de este año, Kitty, Amelia y Eliza ofrecieron una entrevista a Tatler, donde reflexionaron sobre el legado de su tía y el rol de su primo, el príncipe William, al frente de una de las organizaciones que Diana más apoyó: Centrepoint.
“Creo que (Diana) puso el nombre en el mapa. Centrepoint ha sido una fundación muy querida que mi familia y yo hemos apoyado por muchos años”, comentó Kitty. “Estoy extremadamente orgullosa de mi primo, el príncipe William, por todo lo que ha hecho y sigue haciendo para apoyar a Centrepoint y el trabajo vital que realizan”.
En la misma conversación, Kitty compartió una mirada íntima sobre su vida como madre de Athena, su hija de dos años junto al empresario sudafricano Michael Lewis, de 65 años.
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“Es muy parecida a las gemelas”, dijo con ternura. “Es tan divertido… es genial para ella tener a estas dos tías que irrumpen por la puerta. No creo que note la diferencia de edad”.
“Nosotras tampoco la notamos”, agregó Amelia. “Así que en realidad son trillizas”, completó Kitty con humor. “Cuando las chicas están al teléfono y ella no quiere que se vayan, saca todo su repertorio de trucos”.
