A sus 29 años, Airyn De Niro, hija del actor Robert De Niro y de la actriz Toukie Smith, ha dado un paso profundamente personal: hablar públicamente de su transición como mujer trans.
En conversación con el medio Them, compartió su experiencia desde un lugar de honestidad y sensibilidad, destacando no solo su camino individual, sino también la fuerza de las referencias que la han acompañado.
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“Creo que una parte importante de (mi transición) ha sido también la influencia que han tenido las mujeres negras en mí”, comentó. “Creo que al asumir esta nueva identidad, mientras también me siento más orgullosa de mi negritud, eso me hace sentir más cerca de ellas, de alguna manera“.
Airyn comenzó su terapia hormonal en noviembre de 2024 y se describe como una “floreciente tardía”. Inspirada por otras mujeres trans que han compartido sus historias de transformación. “No era demasiado tarde”, afirmó.
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En su relato hay un componente familiar inevitable: cómo los afectos cercanos procesan los cambios que, en realidad, siempre han estado allí. Airyn, quien nació con el nombre de Aaron, se identificó como hombre gay durante el colegio, y en ese entonces su familia la acogió. No obstante, admite que aún teme que la sigan viendo como la persona que era antes de su transición.
Su vínculo con el cuerpo también ha sido complejo, en especial por crecer en un entorno donde lo normativo era sinónimo de delgadez. “Siempre destaqué como un dedo inflamado, y no había nadie en mi familia que pudiera entender esa experiencia”, contó.
“Siempre me decían que era demasiado de algo o no lo suficiente: demasiado grande, no lo suficientemente delgada. No lo suficientemente negra, no lo suficientemente blanca. Demasiado femenina, no lo suficientemente masculina“.
Esa incomodidad no solo se ancla en la mirada ajena, sino también en la forma en que el mundo insiste en invisibilizar ciertas corporalidades. “He sido visible. No creo que haya sido realmente vista todavía”, señaló.
Al igual que su madre, Toukie Smith, Airyn busca abrirse paso en la actuación y el modelaje, pero con una misión clara: representar a quienes, como ella, desafían los estereotipos impuestos por la moda y la industria del entretenimiento. “Quiero ser una inspiración para al menos otra persona como (yo), que sea negra, queer, y que no use talla extra pequeña”.
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Y en esa línea, concluye con un deseo que resuena como manifiesto: “Quiero ver a más mujeres trans, más mujeres negras que quizás tengan cuerpos más grandes o que no encajen en el molde de la extrema delgadez o del estilo ‘heroin chic'”.
