En el último tiempo, el universo en torno a Justin Bieber parece haberse reducido al mínimo. Según reporta TMZ, una de las personas que formó parte de su círculo más íntimo durante años, Ryan Good, cofundador y director creativo de Drew House, lleva más de un año sin hablar con el cantante.
La razón, según fuentes cercanas, estaría relacionada con la creciente influencia del pastor Judah Smith en la vida del intérprete de Baby. Good, de 41 años, fue también road manager del artista en sus primeras giras. Hoy, su preocupación por Bieber ha escalado a tal punto que considera que el cantante podría estar vinculado a una secta.
this is what justin bieber fans needs to be worrying about instead of being obsessed with selena gomez…. pic.twitter.com/yDvHmGXJTi
— . (@selovelenaa) April 20, 2025
“Good creía que la iglesia era una secta”, revelaron fuentes al medio estadounidense, en referencia a Churchome, el centro de adoración ubicado en Beverly Hills donde Smith, de 46 años, forma parte del liderazgo.
Aunque alguna vez compartieron espacio en la fe, el quiebre entre Bieber y Good habría comenzado cuando este último decidió alejarse de Churchome. La estrecha relación del canadiense con Smith fue, según los mismos informantes, “un gran factor en su distanciamiento”.
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Años después, y pese a la supuesta tensión, Bieber sorprendió al integrar a Smith como miembro del directorio de Drew House, movimiento que generó extrañeza entre cercanos al entorno. “Lo cual las fuentes calificaron de ‘extraño’, dado que el pastor no es empresario“.
La inquietud de Good no se limita a temas institucionales. Recientemente, el exmanager expresó estar “preocupado” por el comportamiento errático que el cantante ha mostrado en público. Y no ha sido el único.
Este mes, Bieber compartió un comunicado que sorprendió a todos. A través de sus redes sociales, anunció su desvinculación total de Drew House, la marca que fundó con tanto entusiasmo.
“Yo, Justin Bieber, ya no estoy involucrado en esta marca”, escribió sobre una captura de pantalla de la cuenta de Instagram de la firma. Luego agregó: “Drew House no me representa ni a mí, ni a mi familia, ni a mi vida. Si estás conmigo, con el ser humano Justin Bieber, no desperdicies tu dinero en Drew House“.
A esto se suman una serie de comportamientos que han generado preocupación entre sus seguidores. En febrero, durante un evento de Rhode, la línea de skincare de su esposa, Hailey Bieber, fue visto balanceándose de un lado a otro. Y este mes, llamó la atención en su asistencia a Coachella.
Su representante negó rotundamente el consumo de drogas, asegurando que los rumores eran “agotadores y lamentables” y que “a pesar de la verdad evidente, hay gente empeñada en mantener vivas narrativas negativas, sensacionalistas y dañinas”.
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En marzo, el cantante apareció en Instagram Live rapeando con los párpados visiblemente caídos, y más recientemente, voces del pasado han alzado la voz. “Verlo desintegrarse así… es como ver la encarnación de alguien que no está viviendo su propósito”, confesó un excolaborador a The Hollywood Reporter. Otro excolega fue aún más directo: “Está perdido. No hay nadie que lo proteja porque no hay quien le diga que no. Si le dices que no, estás fuera”.
