Por Alicia Sisteró para Velvet Fotos: Federico García
La Guía Michelin presentó su selección 2025 para Buenos Aires y Mendoza: 80 restaurantes reconocidos —9 más que en la edición anterior—, nuevas estrellas, más cocinas sustentables y apenas un puñado de nombres que ya no están. ¿Qué cambió, quién subió y qué señales deja esta segunda edición?
El 7 de abril pasado, en Bodega Susana Balbo Wines, en Luján de Cuyo, Mendoza, se llevó a cabo la Ceremonia de Guía Michelin Argentina 2025. Al aire libre, con copa en mano y atardecer de fondo entre viñedos, comenzó la recepción para luego dar paso a la carpa donde, puntualmente a las 20 hs, se anunciaron los reconocimientos. La ceremonia duró una hora y media, y el clima fue de fiesta. Y también de confirmación. Porque si en 2024 el desembarco de la guía francesa había marcado un antes y un después, esta segunda edición muestra consolidación y crecimiento moderado.
El salto en cantidad fue moderado: de 74 restaurantes premiados en 2024 a 84 en 2025. En casi todas las categorías hubo crecimiento: en Recomendados (pasaron de 57 a 60), Estrellas Verdes (de 7 a 10), y Bib Gourmand (7 a 10).
Mendoza mantuvo su lugar como polo de alta cocina, y Buenos Aires amplió su base con nuevas inclusiones, sobre todo en Bib Gourmand y en Recomendados. En números concretos esta edición 2025:
Tres nuevos restaurantes obtuvieron su Primera estrella Michelin:
Con estas incorporaciones, Mendoza pasó de 4 a 6 restaurantes con una estrella, confirmando su peso en el fine dining argentino.
La joven chef de 28 años, Josefina Diana, de Angélica Cocina Maestra, logró la primera estrella Michelin para este restaurante de Bodega Catena Zapata junto a Juan Manuel Feijoo, y se convirtió en la primera mujer en ganar 1 estrella en la Guía Michelin Argentina. Con voz emocionada pero firme, compartió lo que significa este premio para ella y su equipo: “Para mí, haber ganado nuestra primera estrella Michelin es un hermoso reconocimiento al gran esfuerzo que hace todo nuestro equipo todos los días. Es una motivación enorme. Aunque todavía no lo podamos creer, estamos con muchas ganas de seguir creciendo y aprendiendo, como lo hicimos todo este último año.” Un testimonio que resume lo que se respiraba en la sala: trabajo, emoción, y hambre de futuro.
Uno de los momentos más celebrados de la noche fue el reconocimiento a Gabriel Oggero, chef de Crizia, quien obtuvo su primera estrella Michelin después de 20 años de trabajo sostenido en este restaurante. “Es como un sueño hecho realidad. Es una de las distinciones que más buscan todos los cocineros. La esperábamos por todo el aliento que nos dieron los colegas, la prensa y quienes vienen a comer. Y cuando llegó… fue una locura. Estamos felices, todo el equipo está feliz”, compartió con una sonrisa que no se le borró en toda la noche. Cuando se le preguntó si ahora buscará una segunda estrella, fue claro: “Siempre vamos a trabajar para que Crizia sea mejor, con una propuesta superadora y sustentable, como hace 20 años. Si eso trae una segunda estrella, bienvenida sea. Pero lo importante es seguir creciendo, sin perder la esencia”. También recalcó la importancia del trabajo de su esposa y socia, Geraldine Gastaldo, que es cofundadora y manager general de Crizia; y agradeció a la jefa de sala, Estefanía Zanussi.
En cuanto a las estrellas verdes, se sumaron:
Mendoza igualó así a Buenos Aires en cantidad de cocinas destacadas por su enfoque sustentable.
Entre los nombres destacados en la categoría Estrella Verde se encuentra Flavia Amad, chef de Osadía de Crear, en Bodega Susana Balbo. Su mirada sobre el reconocimiento fue tan firme como emotiva: “Creo que es una validación del trabajo que se viene haciendo desde hace años, no solo desde lo ambiental, sino también en lo económico y lo social. En Argentina, esas tres aristas son fundamentales. Pensar en el productor local, en las economías regionales, en la inclusión y el impacto que generamos como industria es clave”, señaló. Y agregó: “Tenemos que empezar a ver la sustentabilidad como un requisito, no como una opción. Yo pienso en el mundo que le quiero dejar a mi hijo. Y ese mundo lo construimos también desde una cocina como esta”.
Los nuevos Bib Gourmand —categoría que premia la excelente relación calidad-precio— fueron 3:
Ajo Negro – Mar de Tapas, Ácido y MN Santa Inés, todos en CABA.
Los Premios Michelin 2025 incluyeron también reconocimientos a talentos individuales.
El galardón a Joven Chef fue para Nicolás Tykocki (27 años), de Ácido, mientras que el Premio al Servicio de Sala y Sommellerie fue compartido por Elena Fernanda Cabrera y Leonel Ismael Castro Ortiz, del restaurante Trescha.
“No me lo esperaba para nada. No tenía discurso preparado porque sentía ese premio inalcanzable”, confesó Cabrera, aún visiblemente emocionada. “Con Leonel trabajamos con pasión, pero sin pensar en competir. Él se sumó hace solo dos meses y tuvo que aprender muchos maridajes en tiempo récord”, contó sobre su compañero. Formada en CAVE y cursando su tercer año, Elena destacó también la importancia de la inclusión en la gastronomía: “Pasé por lugares donde ser mujer era una barrera. En Trescha, en cambio, es un equipo respetuoso, donde no importa si sos hombre o mujer. Y eso, en esta industria, es una revolución silenciosa pero real”.
Aunque la guía no publica oficialmente las salidas, se confirmó la ausencia en 2025 de 3 nombres que estaban en la edición anterior como Recomendados. Además, Angélica, si bien salió como “recomendado”, ingresó en una categoría superior, al igual que Crizia y Riccitelli Bistró. Ninguno de los galardonados 2024 perdió estrellas ni la categoría Bib Gourmand.
La ceremonia también fue una puesta en escena de mensajes, símbolos y declaraciones cuidadosamente pensadas. Desde el iluminado escenario, la directora de Relaciones Exteriores de MICHELIN, Elisabeth Boucher Anselin, celebró los 125 años de la guía y subrayó el vínculo con Argentina:
“Nuestra selección es el reflejo de dos atractivos destinos gastronómicos, movidos por la autenticidad y la diversidad. Orgullosos de sus raíces y abiertos, como siempre ha sido esta nación, al mundo y a los extranjeros”.
Su tono fue más que diplomático: transmitió entusiasmo real por lo que la guía está encontrando en estos territorios. Mencionó “joyas nuevas”, “estándares en ascenso” y el potencial de construir —textualmente— “una gran historia de amor con Argentina”.
Desde lo local, también hubo palabras con peso político y económico. Gabriela Testa, presidenta del Ente de Turismo de Mendoza, puso en valor la oportunidad que representa ser sede de la ceremonia:
“Es una posibilidad maravillosa para los profesionales de la gastronomía y todos los productores de la cadena de valor de los alimentos. La visibilidad que otorga este evento sería imposible con los presupuestos locales”.
El gobernador Alfredo Cornejo, por su parte, subrayó la articulación público-privada y el lugar creciente de Mendoza en el mapa gastronómico global.
“Nuestra geografía y nuestros vinos ya son reconocidos, pero hoy la gastronomía también se convirtió en una excelente invitación. Recibir a la Guía Michelin es un gran motivo para brindar”.
Sabemos que habrá edición 2026. De hecho, los inspectores ya están de nuevo en movimiento. Pero aún quedan preguntas abiertas: ¿se sumarán nuevas ciudades al radar de Michelin? ¿Llegará por fin el reconocimiento al Valle de Uco? ¿Habrá lugar para los Bib Gourmand en Mendoza?
La edición 2025 deja una fotografía más nítida. Hay talento, hay consistencia, y una narrativa local que gana volumen y profundidad. Ya no se trata solo de sumar estrellas: se trata de consolidar una identidad, de construir una escena gastronómica que sea sostenible, diversa y con voz propia.
Que todos los restaurantes premiados en 2024 hayan repetido su lugar en esta edición habla de eso: de solidez, de profesionalismo y de una evolución que no se detiene. Argentina ya no está a prueba. Está en el mapa. Y la aparición de estos 80 restaurantes en la Guía es mucho más que una lista: es una forma de contar un país.
La historia recién empieza. Y el apetito es grande.