Hotel De Roxy, así bautizó Lenny Kravitz su propiedad en París. El músico, de 60 años, le hizo un recorrido a la revista “Architectural Digest” y reveló la majestuosa mansión solía pertenecer a la condesa Anne d’ Ornano.
“No es lo que buscas, pero tienes que verlo”. Eso le dijo su agente inmobiliario a principios de los años 2000. En esa fecha, el músico buscaba una segunda residencia en París, pero quería algo pequeño de dos habitaciones.
La propiedad fue calificada por la revista como “una delicia de los años 20″ que está situada junta a varias embajadas en una calle del distrito 16.
“¿A qué piso vamos?, preguntó el ganador del Grammy cuando llegó al lugar pensando que se trataba de un edificio. “No, no, ni hablar”, le respondió a su agente cuando se enteró que se trataba de una propiedad.
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Su percepción cambió rápidamente. “Esta es mi casa”, respondió el músico dio un vistazo. “En un plano espiritual, lo supe inmediatamente”, le confesó a la publicación.
Su mansión es un homenaje a su madre, quien deseaba vivir en París. Y es totalmente majestuosa porque apenas entra vemos un piano de cola que él mismo ayudó a diseñar y del que está muy orgulloso.
“Esta casa rinde homenaje continuamente a mis antepasados y, como verán al recorrerla, hay fotografías de ellos por todas partes. Todas estas fotografías cuentan una historia a través de la historia negra, estadounidense y africana”, dijo Kravitz, que también tiene un salón con fotos de su madre y otro inspirado en Muhammad Ali.
Definió el diseño de la casa como “elegancia conmovedora” porque para él cuando entras a un hogar debe ser sofisticado pero también debe tener corazón y espíritu.
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Kravitz dio un recorrido por su dormitorio, que según él le da el espacio para “recrearme a diario”. En la suite principal, un espejo Luis XVI cuelga sobre la cama de los años 70 de Guido Faleschini para 4 Mariani. La colcha proviene de Mali, la araña es de Baccarat y las alfombras bereberes son vintage.
En su casa vemos, obras de Jean-Michael Basquiat (Black Figure, 1984). En el comedor, las sillas Africa, de Afra & Tobia Scarpa, se alinean a lo largo de la mesa diseñada por Karl Springer, presidida por unas butacas Emmanuelle Peacock. En lo alto, una lámpara de Baccarat.
A la izquierda, sobre la consola Sculped Front, del diseñador Paul Evans, un retrato del abuelo de Lenny Kravitz, Albert Roker.
