Meghan Markle vuelve a estar en el centro de atención, y esta vez no por su estilo o sus proyectos en Netflix, sino por su anillo de compromiso. La actriz ha desatado rumores sobre una posible cuarta remodelación de la icónica joya. Tras verse ligeros cambios en los adelantos de su nueva serie de Netflix.
Cuando el príncipe Harry le propuso matrimonio en 2017, diseñó el anillo con un diamante de corte cojín, estimado entre 2.5 y 3 quilates. La pieza provenía de Botsuana, un destino especial para la pareja porque fue el escenario de sus primeras vacaciones juntos, según el Daily Mail.
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Alrededor del diamante central, incluyó dos diamantes más pequeños de la colección personal de la princesa Diana. Un detalle cargado de significado, ya que Meghan confesó que para ella era “importante” sentir que la madre fallecida de Harry estaba “presente en esto con nosotros”.
Por su parte, Harry explicó que el anillo era de oro amarillo porque era el favorito de Meghan. Y que incluir los diamantes de su madre era “para asegurarse de que estuviera con nosotros en este loco viaje juntos”.
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El anillo original, valorado en aproximadamente £120,000 (alrededor de 146 millones de pesos chilenos), contaba con una banda de oro simple creada por Cleave & Company, los joyeros habituales de la reina Isabel II.
Sin embargo, menos de dos años después, el anillo sufrió su primera gran transformación. En 2019, durante el desfile Trooping the Colour, Meghan lució una versión renovada con una banda considerablemente más delgada.
Según el libro Finding Freedom de Omid Scobie, publicado en 2022, fue el propio Harry quien hizo las primeras modificaciones al anillo. Encargó a la joyera Lorraine Schwartz redimensionar y rediseñar la pieza con una nueva banda de diamantes.
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Esta versión presentaba una banda delgada con micro-pavé y se combinaba con un anillo de eternidad de diamantes libres de conflicto, simbolizando la expansión de su familia. Además, el anillo de eternidad incluía las piedras de nacimiento de cada miembro de la familia. Peridoto para Meghan, esmeralda para Archie y zafiro para Harry.
Los cambios no se detuvieron ahí. En 2022, durante los Juegos Invictus en La Haya, surgieron especulaciones de que Meghan había modificado el anillo por segunda vez. Agregando diamantes adicionales alrededor de la piedra central.
Para 2023, el anillo estuvo notablemente ausente en varias apariciones durante los Juegos Invictus, supuestamente por reparaciones debido a una piedra suelta. Esto alimentó la teoría de una tercera modificación, dando paso a una cuarta y quizás definitiva versión del anillo.
En los videos promocionales de su nueva serie de Netflix, Meghan muestra lo que parece ser una piedra central ligeramente diferente. Mientras exhibe sus habilidades culinarias, lleva esta versión actualizada junto con su anillo de eternidad.
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Así como también su alianza de bodas de oro galés, una tradición de la familia real desde la boda de la Reina Madre en 1923. La piedra central ahora parece haber pasado de su forma original de cojín con esquinas redondeadas a un corte esmeralda.
Actualizar anillos de compromiso es una tendencia que también han seguido figuras como Victoria Beckham y la princesa heredera Mary de Dinamarca. Los expertos en joyería explican que “los hombres tienden a elegir un diseño seguro para la propuesta. Lo que permite que algunas esposas posteriormente lo adapten a su gusto, quizás agrandando la piedra para celebrar un momento importante“.