Con Donald Trump ganando un segundo mandato como presidente de Estados Unidos, el príncipe Harry y Meghan Markle podrían enfrentar nuevos desafíos en su tranquila vida en Montecito.
En los últimos meses, el republicano, de 78 años, no ha ocultado sus opiniones sobre la pareja y su estatus en EE.UU. Y ahora su regreso al poder podría traer consigo complicaciones para los Sussex.
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En su discurso en Florida, tras ser proyectado como ganador en estados clave como Carolina del Norte y Michigan, Trump celebró su “mandato sin precedentes y poderoso”.
Sin embargo, para los Sussex, la victoria de Trump coincide con un momento delicado respecto al visado de Harry. Sobre todo tras las revelaciones del príncipe Harry en sus memorias Spare.
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En el libro, el príncipe admitió haber consumido cocaína, marihuana y experimentado con hongos alucinógenos. Así, su derecho a permanecer en EE.UU. fue cuestionado. Y ahora podría estar en una posición aún más precaria.
“Yo no lo protegería. Traicionó a la Reina. Eso es imperdonable. Si fuera por mí, él estaría solo”, dijo al Express en febrero Trump, refiriéndose a Harry tras sus declaraciones y su abandono a la Corona.
Antes de esto, Harry ha expresado su intención de solicitar la ciudadanía estadounidense, pero este año un juez determinó que su solicitud de visado debería permanecer privada, concluyendo que “el público no tiene un interés fuerte en la divulgación de los registros de inmigración del duque”.
No es solo Trump quien ha arremetido contra la pareja, su hijo Eric Trump también se sumó a las críticas poco antes de las elecciones. Eric cuestionó la permanencia de Harry y sugirió que la única razón por la que su visado está seguro es porque “a nadie le importa” él.
“La verdad, no me importa el príncipe Harry y no creo que a este país le importe tampoco”, dijo Eric al Daily Mail. Sin embargo, admitió que no consideraba necesario revocar su visado: “No me importa si consumió drogas. No significa nada”.
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La relación entre Trump y los Sussex ha sido tensa desde el principio. En 2016, Meghan hizo pública su postura sobre Trump, llamándolo “divisivo” y “misógino” en The Nightly Show.
El exmandatario respondió tres años después, previo a su visita de Estado al Reino Unido, con su famoso comentario: “No sabía que ella era desagradable”. Aunque más tarde, en una entrevista con Piers Morgan, matizó su respuesta y aseguró que pensaba que ella era “muy agradable”.
