Para Eva Mendes, los 50 han llegado con todo. La actriz celebró su gran cumpleaños en marzo. Y según reveló a The Times UK, no solo está abrazando esta nueva etapa de su vida, sino que se siente “increíblemente sexy a veces”.
¿El motivo detrás de su confianza? Nada más y nada menos que Ryan Gosling, su pareja y el padre de sus dos hijas. “La forma en que mi hombre me mira es simplemente… a veces pienso, ‘Oh, Dios mío’”, confesó Mendes.
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“Quizás a algunas personas no les guste, pero gran parte de cómo me siento es un reflejo de lo que él me da”, reveló. La actriz, que ha sido un ícono de belleza desde hace años, aseguró que sentirse sexy no es algo nuevo para ella.
“Hay tantas cosas que me pueden hacer sentir sexy y diría que me siento más sexy que no. Supongo que es porque nunca me he considerado hermosa, pero siempre me he sentido muy sexy”, explicó.
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En cuanto a procedimientos cosméticos, Eva señaló: “No tengo miedo de probar cosas que sean seguras, porque la mayoría de estos pequeños tratamientos, digamos, son reversibles“.
“Si te pones bótox, desaparece si no te gusta. Ha habido momentos en los que me he arrepentido de algo… y luego solo esperas a que pase”. A sus cincuenta, Mendes también ha comenzado a notar ciertos cambios que no le gustan.
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Y según reveló, uno de ellos es su mandíbula. “Últimamente he notado que mi mandíbula se ve rara”, confesó la actriz, quien ahora está considerando hacerse un tratamiento láser con la última tecnología.
Mendes admitió que alcanzar cumplir 50 fue un poco surrealista. “Fue totalmente normal. Es solo que ese número suena una locura. Me siento como una niña por dentro y pienso, ‘Oh, Dios mío’, ya no soy una niña”.
Eva también reconoció que ha comenzado a sentirse un poco más dispersa. “Olvido todo. Creo que eso es parte de tener 50. Creo que estoy viendo los primeros signos de los cambios hormonales“, agregó con humor.
Desde que se casaron en 2016, Mendes y Gosling han mantenido su relación alejada de los focos de atención, y lo mismo han hecho con sus hijas, Esmeralda y Amada, quienes son educadas en casa.
Además, las redes sociales y los smartphones están completamente prohibidos para las niñas. “Poner a mi hija en internet y decirle: ‘Oh, busca algo’, para mí es equivalente a decirle, ‘Oh, solo sal a la calle en medio de la noche. Estarás bien'”, reveló Mendes, defendiendo su postura sobre la privacidad. “Sé que suena extremo, pero así es como me siento”.