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Lyle y Erik Menéndez tenían 19 y 21 años respectivamente cuando asesinaron a sus padres millonarios Kitty y José Menéndez en su mansión de Beverly Hills en 1989. Tras un juicio televisado, los hermanos fueron sentenciados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad incondicional en 1996.
Por ese entonces, Lyle y Erik aseguraron que cometieron los asesinatos en defensa propia después de años de presuntos abusos físicos, emocionales y sexuales. Sin embargo, la fiscalía argumentó que querían matarlarlos para heredar su dinero.
Casi 30 años después, el caso tomó nuevamente revuelvo por la serie “Monstruos: la historia de Lyle y Erik Menéndez” de Netflix. La producción está protagonizada por Cooper Koch y Nicholas Alexander Chavez como los dos hermanos, y Javier Bardem y Chloë Sevigny como sus padres.
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Por estos días, los seguidores de la serie están exigiendo que se revise el caso nuevamente y Kardashian escribió un ensayo para NBC exigiendo su liberación. “Todos somos producto de nuestras experiencias. Dan forma a quiénes fuimos, quiénes somos y quiénes seremos. Fisiológica y psicológicamente, el tiempo nos cambia y dudo que alguien diga ser la misma persona que era cuando tenía 18 años. ¡Sé que no lo soy!”, dice la empresaria.
El 21 de septiembre, la influencer visitó el Centro Correccional Richard J. Donovan en San Diego, donde los hermanos cumplen su condena. La presenta internacional informó que también asistió su hermana Khloé Kardashian, su madre Kris Jenner y el actor Cooper Koch (quien interpreta a Erik en la serie). “Se reunió con Lyle y Erik para discutir un proyecto que los hermanos han estado desarrollando en prisión: Greenspace. Esta iniciativa busca embellecer los patios de las cárceles para mejorar el proceso de rehabilitación de los reclusos”, explicó “People”.
En el ensayo, entregó detalles de su visita. “He pasado tiempo con Lyle y Erik; no son monstruos. “Son hombres amables, inteligentes y honestos. En prisión, ambos tienen un expediente disciplinario ejemplar. Obtuvieron múltiples títulos universitarios, trabajaron como cuidadores de personas mayores encarceladas en cuidados paliativos y fueron mentores en programas universitarios, comprometidos a retribuir a los demás”.
También agregó que “cuando visité la prisión hace tres semanas, uno de los guardias me dijo que se sentiría cómodo si los tuviera como vecinos. Veinticuatro miembros de la familia, incluidos los hermanos de sus padres, han emitido declaraciones apoyando plenamente a Lyle y Erik y han solicitado respetuosamente que el sistema de justicia los libere”.
Una carta de 1988 podría ayudar a los hermanos. Fue escrita por Erik a su primo Andy Cano varios meses antes del asesinato, explicó el abogado Cliff Gardner. “He estado tratando de evitar a papá (…) Sigue sucediendo Andy, pero ahora es peor para mí. Todas las noches me quedo despierto pensando que podría entrar… Tengo miedo… Está loco. Me ha advertido cientos de veces que no se lo cuente a nadie, especialmente a Lyle”.
Otro factor que podría beneficiarlos ya que Roy Rosselló, integrante de la banda Menudo, acusó al papá de los hermanos de haberlo violado. Por esos días, José Menéndez era ejecutivo de la disquera RCA junto al representante del grupo, Edgardo Díaz.
Kim Kardashian terminó la carta con la siguiente frase: “Con su caso nuevamente en el centro de atención, y considerando la revelación de una carta de 1988 de Erik a su prima describiendo el abuso, mi esperanza es que se reconsideren las sentencias de cadena perpetua de Erik y Lyle Menéndez. Se lo debemos a esos niños pequeños que perdieron su infancia, que nunca tuvieron la oportunidad de ser escuchados, ayudados o salvados”.
