Revista Velvet | 10 señales de que comes por ansiedad y cómo evitar hacerlo
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10 señales de que comes por ansiedad y cómo evitar hacerlo

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10 señales de que comes por ansiedad y cómo evitar hacerlo

POR equipo velvet | 04 agosto 2024

No siempre comemos porque tenemos hambre y a veces solo lo hacemos por ansiedad. Para los expertos la clave está en saber por qué lo hacemos y cómo evitarlo.

Comer por ansiedad es uno de los trastornos alimenticios más comunes, sin embargo, también es uno de los más ignorados. ¿Aquella sensación de estar en una situación de estrés y tener un antojo de comer algo?

La comida puede resultar una herramienta confortante a la hora de disminuir los síntoma de ansiedad, estrés o tristeza. No obstante, los doctores no opinan lo mismo y asegura que es un mal hábito. Esto, porque puede dar paso a un trastorno del apetito desenfrenado. ¿De qué se trata? Un problema de alimentación que se da cuando una persona ingiere grandes cantidades de comida regularmente porque no es capaz de parar de comer.

Es real que comida tiene una relación estrecha con la liberación de hormonas de la felicidad, pero es sana solo cuando no genera un sentimiento negativo, como culpa o vergüenza. En otras palabras, el gusto por comer no debe estar motivado precisamente por la comida en sí. Por ejemplo, comer una hamburguesa en medio de un proyecto laboral que debe ser terminado, no es comer por el gusto de la comida, sino más bien para bajar ansiedades.

El problema es que comer por ansiedad tiene consecuencias. Y la más inminente es un desorden alimenticio. Primero, cuando llegue la hora de las comidas esenciales del día, empezarás a aplazarlas porque ya no tienes hambre. Luego, cada vez que experimentes esa sensación de ansiedad, tu cuerpo te volverá a pedir ese estímulo agradable. Después, debido a la estrecha relación que se forjará entre la ansiedad y la comida, ya no disfrutarás de los alimentos sin que tu cuerpo experimente síntomas de ansiedad. Y en último lugar, puedes desarrollar enfermedades más graves como obesidad, diabetes, trastorno del apetito desenfrenado, anorexia o bulimia.

Por ello, es muy importante estar atento a las señales sobre una posible alimentación motivada por la ansiedad y al hecho de qué mecanismos usas para controlarla. Los síntomas de comer por ansiedad pueden pasar desapercibidos en un comienzo y generalmente se notan cuando el trastorno está en una etapa desarrollada y considerable. De ahí la importancia de conocerlos.

10 señales de comer por ansiedad

  1. Tener varios antojos repentinos e intensos
  2. No poder parar de comer
  3. Comer muy rápido
  4. Comer hasta sentirte incómodamente llena o disgustada por la comida
  5. Comer sin hambre
  6. No sentirte saciada al terminar
  7. Sentir culpa y vergüenza después de comer
  8. Prometer no volver a comer de forma impulsiva
  9. Sufrir problemas digestivos (diarrea, estreñimiento, gases, dolor)
  10. Aumentar de peso sin causa aparente

¿Cómo dejar de comer por ansiedad?

La buena noticia es que hay varios tratamientos para este mal del sistema nervioso y digestivo que te ayudan a recuperar el equilibrio entre el cerebro, el paladar y el estómago.

Define el tipo de antojo

Una de las claves, según los expertos, es identificar el apetito. Esto, porque el de tipo ansioso es relativamente fácil de notar, ya que casi siempre se trata de alimentos altos en carbohidratos, grasas, irritantes, salados o dulces, pues estos ingredientes estimulan el sistema nervioso. Y al estar relacionados con postres, fiestas y situaciones agradables, tu cerebro los ve como el antídoto para la infelicidad que está sintiendo.

Respira antes de ir por comida

Antes de ir a la cocina o pedir algo, haz una micromeditación de 20 segundos para que relajes tu sistema nervioso. Esto ayudará con la ansiedad y el antojo ansioso también desaparecerá. Si esto ocurre, quiere decir que no tenías hambre.

Identifica cuándo te llega la sensación

Así como puedes llevar un diario de sueños, también puedes anotar todas las veces que sientes un repentino e intenso apetito. Incluye una descripción de la situación en que te encontrabas cuando te dio el antojo para que identifiques cuáles son los escenarios que te desatan este síntoma ansioso.

Mantente hidratada

Suele ocurrir también que se confunde sed con antojos, especialmente salados o dulces. Para evitar esto, debes beber la cantidad de agua necesaria a diario. Y antes de optar por comida, prueba con un trago de agua para comprobar que no se trataba de tu cuerpo pidiéndote hidratación en lugar de comida.

Busca alternativas para controlar la ansiedad

Prueba los mecanismos saludables que encuentres hasta identificar las que mejor te funcionan en lugar de recurrir a la comida, las que van desde el yoga y la meditación a ejercicios de productividad.

Pide ayuda

Ya sea con un profesional de la salud mental o con alguna persona de tu red de apoyo, acude a ellos si es necesario y pide ayude para controlar los impulsos de comer por ansiedad.

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