El psiquiatra Judson Brewer y su equipo ha desarrollado un programa para guiar a las personas a lo largo del proceso de cambio de hábitos alimenticios
Vivimos rodeados de comida. Tenemos mucha y de fácil acceso, disponible para calmar el hambre y, a menudo, nuestra ansiedad. Si nos detenemos un minuto a pensar, nos daremos cuenta que muchas veces precisamente comemos por ansiedad.
Sumado a la dinámicas cotidianas de estudio, trabajo, familia y relaciones sociales, vamos cayendo en hábitos involuntarios donde nuestra relación con la comida no es positiva. Un exceso de kilos, problemas de salud o simplemente darnos cuenta de nuestra dependencia a un determinado alimento o aperitivo, son el detonante para que decidamos poner fin a esa ingesta sin control.
Judson Brewer, profesor de psiquiatría de la Universidad de Brown, conoce bien qué es la ansiedad, un conocimiento que ha adquirido tratando a pacientes e investigando. Experto en adicciones, lleva más de 20 años estudiando el cerebro y sobre lo que hay detrás de esos comportamientos.
En el 2000 desarrolló un programa de mindfulness para dejar de fumar “con resultados espectaculares”, asegura quien también es director del Centro de Mindfulness de la Universidad de Brown. Como efecto colateral, observó que el método también mejoraba la relación con la comida y ayudaba a cambiar de hábitos. “Utilizamos la neurociencia para enseñar a las personas cómo funciona su mente y trabajar con ella para superar patrones alimentarios de larga duración, desde el aburrimiento a los atracones”, describe.
Con todo este conocimiento, el equipo de Brewer ha desarrollado un programa para guiar a las personas a lo largo del proceso de cambio de hábitos alimenticios. El que se basa en una aplicación que combina un entrenamiento en cambios de hábitos con una comunidad en línea. Los resultados son muy satisfactorios, ya que la alimentación compulsiva se reduce a la mitad y aumenta la autoestima de los seguidores.
Esos resultados, pero sobre todo el cambio en cómo se sienten sus pacientes, han llevado a este psiquiatra a publicar Comer sin Hambre, un libro que ya se encuentra en todas las librerías del país y que describe un programa de 21 días que pretende mejorar la relación que tenemos con la comida. En el libro Brewer explica en qué consiste su propuesta y resume los fundamentos neurocientíficos que sustentan su programa en una sola frase: “Todo lo que necesitas es curiosidad, porque la curiosidad es el hilo conductor que nos guía hasta el final”.