Sabemos que el exceso de redes sociales puede tener consecuencias para las personas, pero que no sepan nada de ti en Internet, tampoco es lo más recomendable. Aunque puede resultar extraño, la realidad es que tener redes sociales tiene ventajas para la salud mental, la vida social y hasta laboral si se les da un uso correcto, por lo que ninguno de los dos extremos sería recomendable.
Sabemos que hay personas que quieren cuidar su privacidad, que se preocupan demasiado por su imagen personal o simplemente tienen otras prioridades, pero los expertos analizan algunas consecuencias respecto a no publicar nada en redes sociales.
Por ejemplo, la gente que no publica nada en redes sociales se vuelve menos relevante, lo que hace que estés en desventaja a la hora de postular a algún trabajo, conseguir una cita o aumentar tu interés social. Tu reputación digital es vital para motivarte a conseguir objetivos laborales e incluso a convertirte en un referente en tu área profesional cuando compartes tus conocimientos.
Las redes sociales te permiten tener una conexión con el mundo y así enterarte de temas de relevancia para tu comunidad o área de expertirse. Estando en redes, te mantienes vigente, y de paso estableces relaciones humanas que te pueden ayudar a lograr tus objetivos tanto personales como profesionales.
Por el contrario, el exceso de publicaciones puede exponernos a riesgos como el cyber acoso, el robo de identidad y otras amenazas, mientras que sabiéndolas llevar de forma adecuada te permiten tener una comunicación instantánea con gente de tu interés, ya sea amigos o familiares, sobre todo con aquellos que te encuentras lejos. Una ausencia de ellas podría hacerte sentir más solitario o desconectado de los tuyos.
Por último, pueden ser un gran pasatiempo que puede aliviar el estrés, la tensión y distraerte de los problemas cotidianos, siempre y cuando dosifiques el tiempo de uso y mantengas un algoritmo positivo con contenido que te relaje.