Una escuela en Santiago está armando un activo espacio seguro para la comunidad LGTBQ+. No sólo explora técnicas físicas ancestrales, sino también busca adentrarse en el alma y entregar paz. Además de construir lazos con el otro más allá de la vida social nocturna.
Pride & Flow es una escuela de yoga que surge de la necesidad de crear espacios seguros para la comunidad LGTBQ+ fuera del ámbito nocturno. Invita a resignificar la forma en que las personas ocupan un lugar, reconociendo como fundamental la existencia de una vida social que no sólo se les entregue bajo el sello de la noche.
En una sociedad cada vez más individualista, basada casi completamente en el uso de redes sociales, es importante generar encuentros donde se puedan mirar a los ojos y conocerse de otra forma. ¡Y qué mejor que con el yoga!
En las clases y eventos de Pride & Flow se vive un espíritu de comunidad, pertenencia y vulnerabilidad. Aquí es donde la práctica del yoga toma un papel fundamental al ser una herramienta no sólo física, sino también terapéutica. Es muy común que personas de la comunidad LGTBQ+, incluso, después de años fuera del clóset carguen con muchas heridas que generaron tanto tiempo de represión interna, como lo son el miedo al rechazo, al abandono y la homofobia internalizada.
“Es por esto que siempre trato de dejar espacio para escuchar a los alumnos, que conecten con ellos y con los demás. Nuestros eventos y conversatorios tienen como temáticas de fondo esas heridas comunes de las personas de la comunidad LGTBQ+. Por ello queremos darles un espacio para reflexionar sobre estos temas. Y, lo más importante, donde puedan sentirse escuchados y vistos. El darse espacios para sanar heridas, pero hacerlo en comunidad, es algo muy lindo que deberíamos priorizar”, cuenta Santi García-Huidobro, 23 años, estudiante de Derecho y creador de este lugar seguro y único.
–¿Qué actividades se vienen en Pride & Flow?
–Hoy miro con mucho entusiasmo el recorrido que se viene para Pride & Flow. Recién celebramos nuestro aniversario de un año de clases como comunidad. Y hoy no sólo yo estoy dispuesto a generar estos espacios, sino también Felipe Videla y Aurora Lagos, quienes son parte del equipo de instructores que generan instancias de contención y desarrollo, cada uno con sus distintivas formas.
Y agrega, “Tenemos clases de yoga todas las semanas y, al menos, un evento al mes. Este puede ser un conversatorio o charla impartida por algún psicólogo o profesional afín al tema que tocamos. Queremos seguir entregando espacios para que las personas armen comunidad, redes, amistades e, incluso, encontrar amor de una forma sana y segura. A largo plazo nos gustaría poder hacer retiros y diversas actividades, pero, sobre todo, inspirar a que distintas personas se motiven para armar instancias seguras y sanas para que la comunidad LGTBQ+ pueda desarrollar su vida social de una forma más plena”.
@prideandflow / Avenida República de Egipto 492, Las Condes.