Revista Velvet | “Conversaciones entre amigos”: la serie basada en la novela de Sally Rooney, ya está en el streaming
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“Conversaciones entre amigos”: la serie basada en la novela de Sally Rooney, ya está en el streaming

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“Conversaciones entre amigos”: la serie basada en la novela de Sally Rooney, ya está en el streaming

POR Carlos Loyola Lobo | 07 febrero 2023

Cuesta imaginar el tiempo en el que Sally Rooney apareció por primera vez en el mundillo literario. Cuesta porque pese a que Conversaciones entre Amigos se publicó apenas hace cinco años, su nombre ya es considerado como uno de los emblemas de la literatura para millennials. Es claro que entre aquel tiempo sin celebridad, de mayor juventud y también de interrogantes sobre el destino de una obra en ciernes y el presente pasaron muchas cosas. En primer lugar, la publicación al año siguiente de su segunda novela, Normal People, que concitó aún mayor atracción precedida por presiones y expectativas.

En segundo lugar, el estreno de la adaptación de Normal People a la pantalla en 2020, convertida en una miniserie de la BBC, y acreedora de múltiples premios y ovación de la crítica. Ese hito televisivo además conformó el equipo creativo que este año se decidió a llevar a la pantalla a aquel fascinante debut literario.

El equipo lo conforma la propia Rooney pero también el director irlandés Lenny Abrahamson, conocido por su éxito con Room –que le valió el Oscar a Brie Larson como Mejor Actriz-, y la guionista Alice Birch (autora de la célebre adaptación de Lady Macbeth en 2016, película que lanzó a la fama a Florence Pugh). Ese mismo trio emprendió este año el difícil desafío de evocar el éxito y el impacto de su emblemática serie pero con un material diferente, aunque con el sello de Rooney: Conversaciones entre Amigos, publicada en 2017, es una novela más íntima, centrada en el punto de vista de una joven poeta y estudiante de literatura de 21 años, que vive un amor embriagante en sintonía con el despegue de su vida creativa. Arte y pasión se conjugan, hay que hallar las imágenes para representarlas.

Por supuesto las comparaciones se hicieron inevitables. A diferencia de la recepción unánime de Normal People, que fue admirada sin condiciones por la crítica y un bálsamo para los espectadores en plena pandemia, Conversaciones entre Amigos dividió aguas. Para Judy Berman de revista Time, “a diferencia de Marianne y Connell en Normal People, amantes creados a propósito como el yin y el yang, los protagonistas de Conversaciones entre Amigos son cuatro personas completas y consistentes, cuyas relaciones con los demás son siempre únicas”. Mientras tanto para Shirley Li de The Atlantic, el talento de Rooney consiste en haber capturado la forma en que su generación se esfuerza por ser genial y perspicaz mientras se hunde en la ansiedad irremediable.

Así, “mientras la puesta melancólica y atmosférica de Abrahamson permitía examinar la intimidad en Normal People, Conversaciones entre Amigos pierde esa sutil oscuridad con la que Rooney explora a su grupo etario”. De alguna manera, los que defienden esta historia la perciben como aquel atisbo del genio de Rooney en crudo, sin el halo de la fama; la observación por sobre la escritura, la distinción por sobre la universalidad. En cambio, los que extrañan Normal People es porque Conversaciones entre Amigos parece haberse quedado a mitad de camino, haber perdido cierta sintonía con ese malestar generacional al que la escritora irlandesa le dio la mejor forma literaria.

Es cierto es que hay algo que se pierde de esa perspectiva íntima y desgarradora que consigue articular Sally Rooney en el cuerpo y la voz de Frances, su evidente alter ego. Ocurre con todas las adaptaciones de novelas centradas en el monólogo interior. Sin embargo, el hallazgo mayor de la producción televisiva, que decide prescindir de todo atisbo de voz en off y palpitar los silencios y opacidades del personaje, es la elección de Alison Oliver, una joven actriz de 25 años, absolutamente desconocida, que brinda a Frances toda su exquisita complejidad.

Era difícil competir con el trabajo de Daisy Edgar-Jones –también desconocida en su momento, y hoy convertida en una de las jóvenes actrices más prometedoras-, como la atormentada Marianne de Normal People. Pero Frances se afirma en su excepcionalidad, la misma que la actriz le regala con tanta convicción. Cada conversación es realmente única, y devela una faceta de su personalidad: ingenua, insegura, hermética, egoísta, desbordante de un deseo que todavía no comprende. Su actitud no es la misma, ni con su padre alcohólico con el que siente culpa por no poder quererlo lo suficiente, ni para Nick (Joe Alwyn), aquel amante gentil y vulnerable con el que el sexo puede ser la conquista de su propio placer.

Los que sí resultan más tenues en el universo de Conversaciones entre Amigos son los entornos sociales que sí nutrían la tensión de clase como el centro del relato en Normal People. Marianne era la oveja negra de una familia acomodada; Connell (interpretado por Paul Mescal, hoy nominado al Oscar como Mejor Actor Principal por Aftersun), el chico popular de la clase trabajadora. En su relación sorteaban barreras y prejuicios, y su encuentro era fruto del riesgo de esa transgresión.

En Conversaciones entre Amigos, Frances y Bobbi (Sasha Lane) estudian literatura en Dublín –en el Trinity School donde estudió Rooney y todos sus personajes literarios- y frecuentan el mismo círculo de amigos; fueron novias, ahora son amigas y comparten su interés por la poesía. Lo social está menos presente dando paso a la experiencia del desamor familiar, de la inseguridades profesionales y a las pasiones intelectuales.

Sus conversaciones son verdaderos actos de amor, algo que se lee muy bien en la novela, una danza de miradas y silencios en cámara. Las resoluciones de Rooney nunca son sencillas ni previsibles, y que esta miniserie ya disponible en la plataforma de streaming Star Plus, intenta capturar.

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