En su primera aparición pública en la capital francesa en casi cuatro años, la princesa Charlene de Mónaco decidió hacerlo de la forma más espectacular volviendo al front row del Paris Fashion Week y para acompañar a un gran amigo.
Charlene, fue la invitada sorpresa en el desfile de Akris el sábado por la noche. Ahí, posó junto al espejo de agua del Palais de Tokyo antes de sentarse en primera fila junto a la pasarela de la colección, presentada al aire libre.
El desfile, conmemoraba los 100 años de la fundación de la casa en 1922 por la diseñadora suiza Alice-Kreimler Scoch. La princesa lució una chaqueta azul marino y un pantalón a juego de la colección primavera-verano 2023 de la marca, inspirada en un diseño de los años 90.
El domingo por la mañana, Charlene publicó en su página personal de Instagram una foto de ella y Albert Kreimler. «Gracias Albert», escribió al diseñador, nieto del fundador de la casa, «por una noche maravillosa y felicidades por 100 años de perfección».
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La amistad entre la princesa y el diseñador se remonta años atrás, donde la firma la acompañó en momentos importantes de su vida como el anuncio de compromiso con el príncipe Alberto en 2010, o su aparición en los Premios de la Academia en 2012.