Los clásicos siempre vuelven y nunca pasan de moda. Parece un lugar común pero que en este caso, al hablar de Julia Roberts y George Clooney juntos en una nueva película, parece calzar a la perfección. Se han escrito millones de caracteres durante los últimos casi treinta años, respecto al hipnotizante y luminoso poder de atracción de Roberts frente a las cámaras.
La vida (y los enroques de elenco) provocaron que ambos, y desde su aparición en Ocean’s Eleven, se hicieran además de compañeros de set, grandes amigos. Durante un tiempo, la pandilla con Brad Pitt y Matt Damon fue inseparable. Julia y George, antes de ser actores, son estrellas de cine. Importan más allá de los premios que ganen, las películas que realicen o no hagan.
Ambos están dedicados a sus familias. George a su vida con Amal y Julia junto a su marido y par de mellizos. Y en esos afanes domésticos y un tanto alejados del ojo público es que se decidieron volver a la comedia romántica.
Cuando se supo la noticia del estreno de Ticket to Paradise, Julia Roberts fue entrevistada para el New York Times, a propósito del estreno de la serie Gaslit que protagonizó con Sean Penn, y la estrella de La Boda de Mi Mejor Amigo, decía que mucha gente le pregunta cuándo volvería a hacer comedias románticas.
Ella, junto a Sandra Bullock y Meg Ryan, fueron las reinas del género durante los noventas. Y Julia respondía que cuando llegase a sus manos un guion que estuviera a la altura de grandes clásicos suyos como Notting Hill o Novia Fugitiva, accedería a volver al terreno que la convirtió en un ícono.
Ahora, y después de haber visto Ticket to Paradise, cabe preguntarse: ¿Este filme se encuentra al mismo nivel de aquellas emblemáticas cintas?
La célebre dupla vuelve convertida en padres de una recién titulada de derecho, que después de un extenuante último paso por la universidad, decide irse con su mejor amiga de vacaciones a Bali. Georgia y David, Roberts y Clooney respectivamente, se casaron hace 25 años, pero duraron 5 años juntos. Y desde su divorcio no se soportan.
Cada vez que se reúnen no paran de discutir, pero luego de despedirla antes de su viaje, reciben un correo electrónico de la chica donde les cuenta que se enamoró en la isla y que se casa. Esto hace que Georgia y David deban viajar juntos a Indonesia e idean un plan para intentar que este compromiso fracase.
Paisajes paradisiacos, situaciones graciosas, el encanto natural de sus protagonistas, y una química a toda prueba, hacen que Ticket to Paradise sea una sandía calada. Es que no podríamos imaginar que un producto de este tipo pudiera fracasar.
Y no lo hace, pero se queda en terreno seguro. Pudiendo arriesgar ni siquiera lo intenta. Su apuesta es tan conservadora e incluso predecible, que se queda en ser una grata alternativa para una cita, quedándose corta -o de frentón ausente de momentos que recordemos en el tiempo.
Acá no hay diálogos como los de la librería en Notting Hill, ni el elenco cantando en una mesa de La Boda de mi Mejor Amigo. En ese sentido, quizás Julia pudo esperar la propuesta de un guion más jugado y más “chascón” que el que esta película nos ofrece. Así y todo, y en buena parte gracias a Julia Roberts y George Clooney, es que Ticket to Paradise termina transformándose en un buen momento que en estos tiempos vaya que se agradece.
Pasaje al Paraíso se estrena este jueves 15 de septiembre en todos los cines del país.