El fin de semana del Jubileo de Platino y la visita de los Sussex hizo a muchos rememorar los tiempos previos a la renuncia de sus títulos reales. Sin embargo, el drama no se hizo esperar y así lo dio a entender Meghan Markle.
Uno de los motivos que llevó al príncipe Harry y su esposa a volar hasta el Reino Unido, además de la celebración a la Reina Isabel II, era generar la instancia para que su familia conociera a Lilibet, quien cumplió su primer año estando allá.
Sin embargo, todo parece indicar que nada fue como imaginábamos. The Sun reportó que durante su reunión con los Sussex, la monarca solo estuvo con Lilibet y Archie por 15 minutos, en un ambiente muy formal y «un tanto hostil».
Neil Sean, periodista experta en realeza afirmó que la actriz se sintió muy decepcionada de cómo trataron a sus hijos, y especialmente de no haber podido tomar una foto de Lilibet junto a Isabel, o presentarla al mundo como lo había hecho con Archie.
«Harry y Meghan decidieron lanzar la foto de Lilibet Diana de forma independiente para que todo el mundo la viera», aseguró Sean. «Sienten, según muy buenas fuentes, supuestamente, que es injusto que no hayan tenido la oportunidad de presentar a su hija al mundo con la monarca como lo hicieron con su hijo Archie».
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Por otro lado, el sentimiento de decepción por el viaje es algo con lo que el príncipe Harry estaría de acuerdo. Así lo aseguró Angela Levin, periodista, quien dijo que no solo se sintió ignorado, sino que también comentó que no habían tenido una bienvenida de calidad.
Un detalle percibido por Harry que no pasó inadvertido en redes sociales, donde quedó registrado el incómodo momento en que el matrimonio llega al servicio religioso donde fueron recibidos entre aplausos, pero también abucheos, algo que los hizo sentir humillados.