Revista Velvet | Por qué no se divorcian el rey Juan Carlos y la reina Sofía
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Por qué no se divorcian el rey Juan Carlos y la reina Sofía

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Por qué no se divorcian el rey Juan Carlos y la reina Sofía

POR admin | 25 mayo 2022

No están juntos desde hace años, no viven en el mismo país y las evidentes infidelidades de Juan Carlos I tiene su firma. Entonces, ¿por qué los padres del rey Felipe VI no se divorcian?

Un año y nueve meses pasaron para que el rey emérito Juan Carlos volviera a pisar tierra española. En agosto de 2020 el rey emérito dejaba España para expatriarse en Abu Dabi, en Emiratos Árabes. Un hecho con el que se desmarcaba totalmente de la realeza y, al mismo tiempo, de su familia.

La situación de doña Sofía ha sido delicada desde hace años cuando se le quiere poner un nombre. Durante la polémica visita del rey Juan Carlos a España, se anticipó en los medios que los eméritos no coincidirían por el viaje a Miami de la reina Sofía. Y si bien se había agendado un almuerzo familiar, la madre de Felipe VI dio positivo por Covid-19 y tuvo que tomar los resguardos sanitarios correspondientes.  

Lejos del rey emérito, doña Sofia tomó el rol de comodín de la Casa Real. Y entre sus tareas cubre citas de la agenda oficial y es parte de las apariciones familiares importantes. Es más, los expertos de la realeza española la definen como la aliada estratégica de Felipe VI y la reina Letizia. Además, es residente permanente, junto a su hermana Irene e Grecia, en la Zarzuela. Pero el equilibrio que había logrado establecer desafortunadamente se vio afectado por la aparición e Juan Carlos I.

Pero cuando se trata de la palabra divorcio, pareciera que Sofía dejar de escuchar. Es más, los deseos de divorcio del rey emérito fueron expresados en más de una ocasióna sus cercanos, sobre todo, en honor a la buena imagen de la institución.

Según los expertos de la monarquía española, el reciente viaje a Miami de la reina Sofía, confirmado mucho antes del viaje del rey Juan Carlos I, fue algo divino, una señal. Ahora bien, aunque las redes sociales celebraron la distancia obligada entre los eméritos, debido al Covid-19, Sofía de Grecia había insistido en estar presente en la reunión familiar. Intenciones reales o ficticias que no han sido aclaradas y tampoco lo sabremos en el futuro. Pero volver a interpretar aquella estampa de matrimonio insostenible, quizás no era el mejor panorama para nadie en la Zarzuela.

Si el rey quisiera divorciarse hoy, la mitad de su fortuna pasaría a manos de esposa. A diferencia de lo que ocurre en los matrimonios actuales, Sofía de Grecia y Juan Carlos de Borbón se casaron en 1962, en régimen de bienes gananciales, es decir, bienes adquiridos por los cónyuges durante el matrimonio, a excepción de los recibidos a título gratuito. Sin embargo, los expertos afirman que se firmaron capitulaciones, acuerdos puntuales de índole económica, y que no se han hecho públicos.

Sean como sean las restricciones que imponen las capitulaciones, el rey Juan Carlos ya no estaría dispuesto a ceder parte de su fortuna y no ve necesario un divorcio a estas alturas. Por otro parte, la reina Sofía disfruta de una cómoda posición en Zarzuela y de la protección de su hijo, Felipe VI. Es más, mientras ella sigue durmiendo en la Zarzuela, su casa en las últimas seis décadas, su esposo no cuenta con dicho derecho.

Jaime Peñafiel, el periodista que más sabe sobre el rey Juan Carlos y doña Sofía, habla de su matrimonio en su libro Alto y claro. Y asegura que no entiende por qué la reina emérita no ha pedido el divorcio. “Doña Sofía tendría que haberse divorciado, porque ha habido muchas infidelidades públicas”, comentó en una entrevista. “Podría haberlo hecho porque divorciada está la infanta Elena, divorciada va a estar la infanta Cristina, divorciada está Letizia. ¿Por qué no se divorcia? Quizá por no dañar la institución. Doña Sofía es griega, pero no le gustan las tragedias griegas”, sentencia Peñafiel.

Según Peñafiel, el matrimonio nunca fue feliz. “Doña Sofía tuvo un gran amor con el príncipe heredero de Noruega, Harald, hoy rey, y Juan Carlos con María Gabriela de Saboya. Pero la reina Federica, la madre de Sofía, la gran celestina de Europa, organizó su matrimonio. ¡Pero si no se podían entender! Juan Carlos no hablaba griego, Sofía no hablaba español. Es un matrimonio donde nunca existió el amor”.

 

 

 

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