Revista Velvet | Valentino: 90 años y 10 lecciones de estilo para nunca olvidar
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Valentino: 90 años y 10 lecciones de estilo para nunca olvidar

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Valentino: 90 años y 10 lecciones de estilo para nunca olvidar

POR Carlos Loyola Lobo | 12 mayo 2022
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Hay quien no necesita presentarse con apellido, como Zendaya, Cher o quien nos ha traído hasta aquí: Valentino. Sí, es Valentino Garavani, pero ¿quién necesita de explicitar su apellido cuando su notoriedad le precede? Valentino es Valentino. Es cierto que su firma homónima, creada en Roma en 1959, ha sobrevivido a su retiro (aun cuando él mismo lo dudaba) y vive un momento dulce gracias a Pier Paolo Piccioli, pero la leyenda del creador italiano es más que suficiente como para que cuando se hable de él, su rostro de bronceado permanente venga a la mente.

Nació un 11 de mayo de 1932 en la localidad de Voghera en Italia y según su familia, desde pequeño fue un buscador incansable de belleza, un concepto que le ha acompañado toda la vida y que ha dado lugar a vestidos hiper femeninos que, a pesar de explorar diferentes formas, cuyo objetivo central siempre ha sido el hacer sentir bien a la mujer que los luce. Sí, incluso más que el propio color rojo que ha marcado la carrera de Valentino, junto a Giancarlo Giammetti hicieron química tanto a nivel personal como profesional y juntos pusieron en marcha la marca que al día de hoy es un imperio.

Entre Milán, París, Roma y Nueva York fue creando su leyenda, vistiendo a mujeres importantes de distintas épocas para vestirlas en momentos tan destacados como sus bodas, como sucedió con Jackie Kennedy, o para recoger estatuillas, como las que recibieron Julia Roberts o Anne Hathaway enfundadas en looks del diseñador. Pero más allá de sus looks, Valentino Garavani a sus 90 años recién cumplidos ayer, nos tiene un decálogo que deberían ser considerados sus mandamientos de estilo.

Los vestidos tienen que producir bienestar

“La ropa es para sentirse mejor, no para hacer alarde de una idea”. Es una de estas frases lapidarias con la que se puede estar o no de acuerdo, pero que no deja indiferente. Y, además, es una que parece curiosamente estar en sintonía con parte del sentir general: la función asociada al bienestar de la moda ha cobrado una nueva importancia. Llámalo moda dopamina, llámalo sentirte bien: sea como fuere, lo que se lleva, influye en el estado de ánimo.

La buena costura se aprende poco a poco

La rapidez no es buena consejera. En la moda, pasa lo mismo. Sin embargo, la Alta Costura en particular para el diseñador, requieren de una experiencia y paciencia que no está al alcance de todos. En la presentación de su último desfile, contó a diferentes medios internacionales que quería “enseñar realmente lo que es la Alta Costura: muchos lo hacen, pocos son los que saben hacerlo”.

La creatividad nutre e importa

Lo hace a la hora de vestir, pero también fue uno de los motivos que le llevó a retirarse. “Me aburre bastante seguir en un mundo que no me dice nada. Hay poca creatividad y demasiado negocio”, confesó.

Sé tú misma

Es un consejo que parece un lugar común y como tal a veces parece vacío de significado. Solo que es uno de los más complicados de seguir, especialmente desenvolviéndonos en un entorno globalizado en el que parece que hay una serie de casillas que rellenar. Valentino lo criticó, en el ámbito de la moda: para él, llegó un punto en el que “los jóvenes diseñadores crean las mismas cosas”.

Ten tu color fetiche

Ya sabes cuál es el suyo: el rojo. El rojo Valentino. Llegó a su vida como las grandes cosas, por casualidad, en la juventud luego de un viaje España donde se encontró con mujeres vestidas de rojo que le resultaron elegantes e hipnóticas a partes iguales. Así comenzó la leyenda.

Pero no te limites a ti misma

A pesar del mito del rojo Valentino, uno de los primeros golpes en la mesa que dio el creador fue con su colección de 1968, en la que todos y cada uno de los looks que salieron a pasear fueron blancos. El aplauso de la crítica fue cerrado.

La belleza es fundamental, pero no inamovible

Nada lo es. Valentino lo sabe: “Está claro que los acontecimientos sociales de los últimos años han cambiado enormemente el concepto de belleza. Piense, por ejemplo, en la idea de la inclusión. Todavía queda mucho por hacer en el mundo de la moda para redimirse, pero no debe hacerse de forma hipócrita”.

No subestimes el sentido del humor (y ríete un poco de ti misma)

Así lo hizo, con cariño y elegancia, cuando el diseñador participó en la cinta The Devil wears Prada. Fue el único creador que se animó a participar y fue un cameo breve pero muy comentado.

Ante la duda, recurre a tu fuente de inspiración favorita

Valentino tenía varias, pero las principales ostentan nombres de mujeres con las que mantuvo relaciones que traspasaban lo profesional y, en ocasiones, derivaron en amistades. Algunos de esos sonados nombres propios son Jackie Kennedy, Grace Kelly, Julia Roberts o, más recientemente, Anne Hathaway, con quien mantiene un trato tan cariñoso que incluso la llama “hija”.

Sé agradecida

Es la mejor lección de estilo que se puede aprender, y Valentino lo ha hecho haciendo explícito dando públicamente las gracias a Giancarlo Giammetti: “Sin él, gran parte de mi vida no habría ocurrido”, ha contado en más de una ocasión el diseñador. Gracias al italiano, la casa Valentino se puso en órbita en materia de negocios, y se ha dicho en muchas ocasiones que si Garavani ponía el talento creativo, Giammetti ponía la mente para los números y la proyección. Una dupla que durante un tiempo también fue romántica y que, sin embargo, ha sabido evolucionar y sobrevivir al paso del tiempo para crear algo icónico que seguirá viviendo dentro de muchos, muchos años.

 

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