El 22 de abril se celebra el Día Mundial de la Tierra. Sin embargo, cuesta celebrar en medio del cambio climático, el daño al planeta y todas las consecuencias que día a día evidenciamos. Es un hecho que todas las personas quieren el bien del Medio Ambiente y así como reciclar y separar la basura, hay pequeños detalles que pueden ayudar al planeta enormemente.
Según Greenpeace, cada año llegan a los mares y océanos el equivalente en basura plástica hasta 1.200 veces la Torre Eiffel. Y advierten que la cifra se duplicará en 2030 o cuadruplicará en 2050.
Cada segundo se compran 20.000 botellas de agua de plástico y usamos 160.000 bolsas de plástico con una vida útil media de 15 minutos. Y anualmente se producen 300 millones de toneladas de plástico, lo que equivale al peso de toda la población humana.
Se calcula que 268.000 toneladas de plástico flotan en el océano, un material que no se biodegrada, que causa gases de efecto invernadero, causando un efecto letal en el ecosistema y que es perjudicial para la salud. La buena noticia es que podemos vivir sin él, o por lo menos, con menos de él. Y los consejos de expertos que te enumeramos a continuación son un gran comienzo.
Además de las 5 R de la reducción del plástico (rechazar, reducir, reutilizar, reciclar o reincorporar), los expertos coinciden en ciertas claves para reducir el consumo de plástico:
Comprar sin plástico
Tanto en tiendas de barrio, como en mercados y ferias, es ideal para poner el práctica el comprar sin plásticos. Solo necesitarás bolsas reutilizables o de tela, e incluso si se trata de tiendas a granel, los frascos de vidrio para los frutos secos y esas cosas, pueden ayudar. Incluso si venden huevos sueltos puedes reutilizar la bandeja cientos de veces. Y, en cuanto a los líquidos, siempre será mejor opción lo envasado en cartón o vidrio.
Cocinar sin plástico
Para evitar el desperdicio, compra menos, pero más seguido. De otra forma puede que a comida se eche a perder y termines botándola. Mira lo que tienes antes de comprar. Consume primero los alimentos que tienes desde hace tiempo, usa el refrigerador y aprovecha las sobras. Conserva los alimentos en frascos o potes de vidrio, o de acero inoxidable. Evita el film plástico para tapar la comida o las mitades de fruta y verdura, puedes usar otro plato, tarros, trapos húmedos, servilletas de tela, envoltorios de cera o bolsas de silicona.
A la hora de limpiar
Prefiere comprar los detergentes a granel si son muchos en casa. Si quieres empezar por reducir el escape de microfibras de plástico en los lavados (el que se calcula en cerca de medio millón de toneladas que terminan al año en el océano), evita las prendas sintéticas, lava menos, compra ropa de calidad que dure más, llena la lavadora, usa detergente líquido, lava a bajas temperaturas y evita los lavados largos. Y, si usas secadora, hazlo a bajas revoluciones.
Cosmética y aseo personal
Una buena idea para reducir las microfibras que entran en nuestra casa y terminan en el mar, mira tus cosméticos y revisa si en la lista de ingredientes tienen polietileno, polipropileno, tereftelato de polietileno y polimetacrilato de metilo y elimínalos. Puedes sustituirlos por marcas que tienen productos ecofriendly, o bien, su versión casera.
¿Qué ganamos viviendo con menos plástico?
Comerás más sano, porque automáticamente eliminarás alimentos procesados. Serás más creativo a la hora de cocinar e incluso ahorrarás dinero. Simplificarás tu vida, al mismo tiempo que contribuirás a hacer un poco más por el planeta.