Revista Velvet | Por qué pequeñas tareas como regar o lavar resultan terapéuticas
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Por qué pequeñas tareas como regar o lavar resultan terapéuticas

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Por qué pequeñas tareas como regar o lavar resultan terapéuticas

POR equipo velvet | 11 abril 2022

Doblar la ropa, regar las plantas o simplemente ordenar el escritorio. Hay ciertas pequeñas actividades que tiene un gran poder terapéutico y que logran cambiar el estado de ánimo. Y los científicos tienen la respuesta al por qué.

Los psicólogos coinciden en que existen variados mecanismos que podrían explicar el placer que provoca el preocuparse de tareas pequeñas. Y que incluso puede incentivar el repetirlas.

Si lo analizamos rápidamente la respuesta podría estar en que es muy útil ocupar la mente preocupada en algo que no sea dicha preocupación. Eso sí, aseguran que depende del foco que se le da y del enfatizar en el aquí y ahora.

Según un estudio en el que se le pidió a los participantes lavar platos, aquellos que se involucraron completamente en la experiencia, reportaron una mejora en el estado de ánimo. E incluyó que redujeran su nerviosismo e incluso algunos tuvieron una sensación de inspiración.

Pero cuál es la diferencia con otras actividades que distraen… como ver televisión. Estas pequeñas tareas tienen la ventaja de ser proactivas y útiles, y de paso aumentan nuestro “control percibido”. Cuando sufrimos de ansiedad, aumenta la sensación de impotencia e incrementan los niveles de cortisol. Y, a largo plazo, esta sensación de impotencia puede incluso afectar incluso a tu sistema inmunitario.

Esta investigación afirma que estas actividades tienen un poderoso efecto en la situación que nos molesta, y podemos obtener cierta percepción de control. “No necesariamente tiene que alinearse con el control real, siempre que creamos o sintamos que tenemos el control”, dice Stacey Bedwell, psicóloga del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del King’s College de Londres, a la BBC.

Y es que el simple hecho de lograr cambiar en nuestro entorno puede generar una sensación beneficiosa. Lo que podría explicar por qué limpiar y ordenar puede ser tan terapéutico.

Entonces, podríamos decir, ¿habitación ordenada, mente enfocada? Si tus pequeñas tareas consisten en organizar y ordenar, un entorno más así será en sí mismo un consuelo. Como escribe el psicólogo de la Universidad de Michigan Ethan Kross: “Estamos incrustados en nuestros espacios físicos, y las diferentes características de estos espacios activan fuerzas psicológicas dentro de nosotros, que afectan cómo pensamos y sentimos”.

Si vemos orden afuera, eso nos ayuda a sentirnos un poco menos caóticos por dentro“, comenta. “[Es] reconfortante porque hace que la vida sea más fácil de navegar y más predecible”, agrega.

Bedwell, por su parte, señala que esto incluso puede reflejarse en tu capacidad de concentración. “Si estás sentado en la mesa de la cocina con tu notebook rodeado de desorden, los estímulos visuales que tu cerebro tiene que procesar continuamente mientras intentas concentrarse en la tarea en cuestión son muchos”, dice. Por lo tanto, recomienda: “Elimina el desorden visual y podrás concentrarse mucho más fácilmente”.

Hay diferentes estudios que confirman estas teorías. En general, se observa más actividad cerebral a medida que aumenta la cantidad de objetos que distraen, ya que nuestra atención compite con cada objeto. Lo que, a su vez, cansa a tu cerebro debido a que tiene que trabajar durante más tiempo por mantener la concentración. Ahora bien, no se trata de eliminar el desorden, sino de organizarlo.

Al reducir la ansiedad, calmamos las respuestas al estrés, aumenta la concentración y desencadena la liberación de endorfinas. De ahí que no resulta extraño que muchos se dediquen a las tareas del hogar tan pronto como tienen un problema. Eso sí, la capacidad de beneficio dependerá de cada persona y de las sensaciones que se vinculen a cada tarea.

Y resulta similar a quienes prefieren el ejercicio cuando se trata de despejar la mente. Ordenar, limpiar, regar o clasificar tendrá el mismo efecto. Por otro lado, si no te gustan las tareas domésticas, evidentemente no obtendrás placer al realizarlas. Son solo aquellos que lo disfrutan de las tareas hogareñas los que encontrarán el la calma para la inquietud doblando ropa.

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