La televisión tiene la capacidad para encumbrar a alguien y también para destruirlo. Ni siquiera la fe más férrea puede salvarnos del poder devastador de los medios de comunicación y más aún cuando lo que mueve esa fe son montañas, pero de dinero. Partiendo de esta premisa, el próximo jueves 17 de marzo llega a los cines chilenos, Los ojos de Tammy Faye, una revolucionaria biopic que nos habla sobre la ascensión, la destrucción y la resurrección una popular predicadora televisiva norteamericana, que triunfó en la pantalla durante las décadas del 70 y los 80’s.
Protagonizada por una increíble Jessica Chastain, en uno de esos papeles con transformación física que les encanta a la Academia, y Andrew Garfield que está nominado por el filme Tick, Tick…Boom! que se puede ver en Netflix, Tammy Faye cuenta cómo esta mujer junto a su marido, Jim Bakker (Garfield) instalaron una red de cadenas religiosas que se transformó en la más grande del mundo.
Un negocio que incluyó un parque temático, una serie infantil y un programa en horario prime que gozó de una inmensa popularidad basado en sus mensajes de amor, aceptación y prosperidad, pero sobre todo por el carisma, la trasgresión y la empatía de la figura de Tammy Faye. Tammy, para muchos, fue un icono controvertido y todo un referente de la comunidad LGTBIQ que no solo fue conocida por sus extravagantes looks o su original forma de cantar.
Su forma de amar a todo el mundo, independientemente de su orientación sexual, se manifestó en entrevistas televisivas con cristianos homosexuales donde se hablaba del Sida sin tapujos. Esa manera de recibir con los brazos abiertos a cualquier persona y hablar de temas considerados como problemáticos por sus otros compañeros de fe, fue la mezcla perfecta para que Faye se ganase el favor de la audiencia, hasta que las irregularidades financieras y los escándalos dentro de su matrimonio la empujaron a la autodestrucción y a la adicción.
“En un momento en que la gente rehuía el sida, Tammy no lo hizo. Ella no etiquetaba a la gente. Entendió el poder de las cámaras para mirar a los ojos al público y enfrentarse a la verdad”, cuenta la actriz que le da vida, Jessica Chastain, cuya nominación al Oscar parecía ser solo un gesto testimonial hasta que, dada la férrea competencia que hay en la categoría de Mejor Actriz Principal, sin embargo los premios SAG la elevaron como la ganadora, abriéndole así serias posibilidades de alzarse con la estatuilla dorada el próximo 27 de marzo.
Chastain, que también está detrás de la producción de la película, quedó totalmente hipnotizada con la vida de esta mujer después de verla en un documental que también se titula The Eyes of Tammy Faye y que fue escrito por Fenton Bailey y Randy Barbato. “Pude verla sin el veredicto condenatorio que le había infligido la sociedad. Ella rebosaba amor. Su historia era rica y compleja y abarcaba tres décadas. Por aquel entonces todavía no había puesto en marcha Freckle Films, pero contacté con los realizadores del documental y adquirí los derechos”, cuenta Jessica.
Implicándose en el proceso de construcción del personaje al máximo, Jessica Chastain, a quien hemos visto brillar en Interstellar y últimamente en la miniserie para HBO, Scenes from a Marriage, estudió a Tammy Faye durante siete años, llegando a memorizar todos sus gestos e inflexiones vocales gracias a las horas de grabación que vio. Además, Los ojos de Tammy Faye cuenta con una espectacular recreación de personajes, de vestuario y de escenarios de la época.