Si hay algo que toda mujer de pelo largo posee, esos son colets. Y una joven de 18 años se le ocurrió un negocio que la llevaría a ser parte de la lista de Forbes 30 menores de 30 en 2016.
Sophie Trelles-Tvede tiene 28 años, es hija de madre española y padre danés, y vende más de 100 millones de gomas para el pelo en 70 países. Hace 10 años un paquete de 30 colets costaba cerca de mil pesos. Elásticos cubiertos de tela unidos en un extremo por una pequeña pieza de metal. La que más de alguna vez se te enganchó en el pelo o directamente te lo cortó. Fue entonces cuando a una Sophie de 18 años se le ocurrió un negocio que nunca pensó la convertiría en millonaria: Invisibobble.
En la actualidad, Sophie reside en Suiza y su empresa tiene sede en Münich, Alemania. Y acaba de publicar 100 millones de Hair Ties y un Vodka Tonic para explicar cómo convirtió aquellos molestos colets en un producto de moda que incluso las Kardashian llevan.
“Una noche había una fiesta en el campus cuya temática era el “mal gusto”. Debía vestirme con el look más feo posible, beber muchísimo y esperar que mi vestimenta fuera el tema de conversación”, recuerda. “Mientras salía, vi el cable enrollado del teléfono de línea de mi habitación, lo desconecté y me sujeté el cabello con él. Lo envolví alrededor de mi coleta un par de veces para que las espirales sobresalieran. ¡Se veía perfectamente feo!”, comenta Sophie a La Vanguardia de España.
Al día siguiente el cable del teléfono todavía estaba en su cabeza y Sophie se preguntó si quizás había encontrado algo interesante, ya que no tenía marcas en el pelo ni le dolía la cabeza por la tensión de las gomas. Y así empezó todo.
Entonces, Sophie llamó a Felix Haffa, su pololo desde los 16 a los 23 años, que estudiaba en la Escuela de Negocios de la Universidad de Bath, a unas tres horas de distancia en tren. “¡Cuéntame más!”, le dijo él. Y tiempo después ambos decidieron invertir 3.500 euros en una nueva goma elástica con forma de espiral, “el equivalente a 1.350 vodka tonics en un bar estudiantil“, explica Sophie al medio español. Y desde ahí todo fue muy rápido.
“¿Qué consejo le daría a alguien que deseara emprender un negocio innovador? Que, si ha tenido una idea, que la impulse”, asegura al mismo medio. “Mi recomendación es que no esperen, que nunca van a tener tiempo, que siempre habrá algo que crean que es más importante, que empiecen ahora, aunque crean no tener tiempo, ni dinero, ni todo lo que hace falta para empezar un negocio”, sugiere Sophie. “Alguien que no cree en sí mismo, siempre va a tener muchísimo más difícil conseguir que otros crean en sus productos”, sentencia.
La idea de una nueva goma elástica llevó a esta joven y su pololo a un negocio de rotundo éxito: Invisiboble. La borla invisible, un espiral que es práctico y bonito.
Al igual que sucedió con otras tendencias, estos espirales para el pelo se han convertido en los preferidos de muchas mujeres. Su gran logro fue convertir un producto sin gracia y que cumplía una función de recoger el pelo, en un producto estiloso que también suele llevarse en la muñeca. Los colores más buscados, según su creadora, son el negro, el trasparente y el rosado. “Todas las mujeres del mundo somos bastante iguales en eso”, explica Trelles-Tvede.
Ahora, con respecto a la renombrada sostenibilidad, Trelles-Tvede comenta que se elaboran con un plástico reciclable, a diferencia de los colets de pelo comunes. “Nuestras gomas, al sumergirse en agua caliente, recuperan su forma original, es decir, no son productos de un solo uso. Tres de nuestras hair ties cuestan cinco euros, pero con un poco de cuidado, pueden durar más de un año”, explica.
Emprender no fue fácil para Sophie, y de eso habla en su libro recién lanzado. Y si bien expone los problemas y dificultades, no desalienta a los cientos de jóvenes que como ella creen tener una idea ganadora.