Nuestra rutina de lavado de pelo es algo casi intrínseco en nuestra existencia. Pocas veces nos cuestionamos si lo estaremos haciendo realmente bien, o si habría algo que podríamos cambiar. Así que en caso de que no te hubieses dado cuenta, te señalamos 5 cosas que podrías estar haciendo y que deberías evitar a toda costa.
Masajear tu cuero cabelludo con las uñas
Aunque puede ser muy agradable y placentero, masajear el cuero cabelludo con las uñas es algo que deberías evitar. ¿Por qué? Porque no es tan beneficioso, y además puede dañar la capa protectora del cuero cabelludo y provocar inflamación sin que te des cuenta. Dando como resultado picazón e incomodidad. Siempre hazlo con las yemas de los dedos y con la intensidad adecuada.
Usar el cepillo equivocado para el pelo mojado
Una de las primeras cosas que hacemos cuando salimos de la ducha es cepillar nuestro cabello. Ya sea para eliminar los nudos o facilitar el secado de pelo, cepillarlo no está mal. Lo que si hay que tener pendiente es que sea con el cepillo adecuado ya que el pelo mojado es mucho más sensible. Idealmente hacerlo con uno especial para desenredar o simplemente hacerlo antes de lavarnos el cabello.
Usar agua demasiado caliente
Aunque en invierno puede ser muy cómodo y agradable, el agua muy caliente no hace bien para nuestro pelo, y nuestra piel. Esto se debe a que con altas temperaturas, el agua abre la capa exterior de caspa, lo que seca el cabello y lo hace más susceptible a las puntas abiertas. Lo mejor es usar agua tibia y si es que eres capaz, sellar el pelo con agua fría para que la capa protectora se cierre de nuevo.
Aplicar shampoo solo una vez
Normalmente, el proceso de lavado consta de dos simples pasos: shampoo y balsamo o acondicionador. Sin embargo, una sola ronda de shampoo a veces no es suficiente para eliminar toda la suciedad que se ha depositado en el cuero cabelludo. Por lo tanto, y dependiendo si es necesario, una segunda vez sería lo ideal.
(Un tip: para saber si tu pelo ya está limpio, pasa las yemas de tus dedos por la raíz y si suena como cuando tocas un flotador mojado, quiere decir que está limpio)
Secarte el pelo con una toalla
Es muy típico que a penas salgamos de la ducha, nos envolvamos la cabeza en una toalla para luego restregar y quitar el exceso de agua. Sin embargo, esta podría ser uno de los errores que realmente deberías evitar. Esto se debe a que cuando está mojado, nuestro cabello está especialmente sensible y el roce firme con la toalla puede dañar la capa protectora y hacer que el cabello se rompa. En su lugar, es mejor dejar que se seque al aire o simplemente apretar suavemente el agua con la toalla en vez de frotarse.