Hace un mes, muchas mujeres lograron tomar alguno de los aviones que sacaron refugiados desde Kabul. Desde el mundo exterior enfrentan una situación más libre y feliz que aquellas que no lograron escapar de los talibanes.
Con el Talibán a cargo del país, mujeres y organizaciones se vieron directamente afectadas, más aún aquellas afganas que trabajan en cargo importantes o cooperaban en instituciones dedicadas a las mujeres y su desarrollo. Y así como cambió la forma de vestirse y de asistir a la universidad, el deporte femenino es uno de los grandes afectados.
Fatima, quien logró salir en uno de los aviones, es una de las mujeres que estaba en riesgo, según relata al diario The Telegraph. Ella era una pionera entre quienes estaban luchando por conformar la comunidad femenina de ciclistas. Y 7 años atrás, cuando solo tenía 17, fundó Girl Up Club, uno de los primeros clubes de ciclismo femenino y el que reflejaba el empoderamiento social de las mujeres. En un país en el que montar una bicicleta es considerado inmoral y provocativo, era un movimiento arriesgado.
“Nuestro club estaba enfocado en pedalear de forma casual, como un tipo de transporte”, explica Fatima al medio. “Ninguna de nosotras era tan atlética, aunque una de ellas terminó en el equipo de ciclismo y ahora está en Alemania”. Si bien Fatima fundó el club y los mejores recuerdos para su equipo, hoy se resta importancia como pionera. Estudió en Estados Unidos, por lo que aquel progreso deportivo en su país tiene un gran significado para ella, pero hoy le preocupa las consecuencias y repercusiones que ese avance puede tener en aquellas que se quedaron. Y es que hasta antes de los talibanes, nada les pasó a ninguna de ellas, aunque conocían el riesgo.
Pero la situación del país hoy es diferente. “Hay algunas con las que perdí contacto, y a las que nunca conocí en persona. El club estuvo activo en 2014 por seis meses, y hoy me sentiría mal si me entero que le ha pasado algo a alguna de ellas, sobre todo por su afiliación al club“, y agrega que eso a perseguiría para siempre.
Antes de irse Kabul, Fatima se mantuvo en contacto con Shannon Galpin, una activista de derechos humanos que ha apoyado el ciclismo femenino en las últimas décadas. Antes de el Talibán, las mujeres habían adquirido poder, pedaleaban por equipos alrededor del país, mientras más de 200 mujeres formaban la federación de ciclismo del país. Y con el colapso de Afganistán, ella estuvo trabajando contra el tiempo para evacuar a cientos de mujeres atletas.
“Las ciclistas están en riesgo porque las mujeres comenzaron a andar en bicicleta en Afganistán con la creación del equipo femenino de ciclismo en la era post talibana. Y no ha habido una aceptación total de esto. Es considerado obsceno”, explica Galpin al mismo medio. “Las bicicletas van de la mano con los derechos de las mujeres, porque es libertad de movilidad. No es solo un deporte, es una herramienta de justicia y un vehículo de acceso amenazado en aquellas comunidades donde quieren controlar a las mujeres“.
Nazifa, otra de las integrantes del equipo, es enfermera y tuvo que quedarse en casa. Ella ha visto como sus compañeras ya han quemado sus uniformes del equipo y han destruido sus medallas. Pero ella se niega a borrar parte de su identidad, y de algo que le ha dado tanta alegría. “He luchado tanto por lograr lo que tengo”, comenta. “Sentiría mucho dolor al destruirlo. No puedo hacer, así que las he escondido. Se que sera un problema si el Talibán revisa mi casa”
Las integrantes de estos equipos temen por sus vidas debido a que sus nombres son reconocidos. Hay videos, noticias y fotos sobre ellas. Aquellas que huyeron o las que se encontraban estudiando fuera, no pueden volver. Y todavía quedan muchos por evacuar.
Estas mujeres arriesgaron sus vidas por pedalear. Pero si el país dice que dicho sexo no puede hacer deporte, ahí es cuando el futuro se vuelve oscuro. ¿Dejar las montañas por el sedentarismo? Podrían ser evacuadas, pero ¿están dispuestas a dejar a los suyos?
La decisión de estas mujeres no es fácil. Las deportistas en Afganistán tienen que decidir entre dejar a sus seres queridos o abandonar su deporte favorito para siempre.