De negro y azul marino, pero muy sonrientes, reaparecieron públicamente en la Gran Manzana. Entre críticas y aplausos, así ha sido el regreso a la vida pública de Meghan Markle y el príncipe Harry. Y aún cuando ya no son parte de la realeza, su aparición ha dejado la sensación royal nuevamente en el ambiente. Además de algunos detalles.

Desde California a la coste este, los Sussex llegaron para apoyar un acto global solidario, tal como lo venían haciendo antes de salir de la Familia Real. Una visita de alguna forma esperada, ya que es la primera vez que Meghan Markle se deja ver luego del nacimiento de su hija Lilibet Diana. 

En su primer día, tuvieron una cinta en las Naciones Unidas, para luego reunirse con la nueva gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, y el alcalde Bill de Blasio. Visitaron el One World Trade Center, el museo y el monumento conmemorativo a las víctimas del 11-S, a pocos días del 20º aniversario de la tragedia.

Pero, ¿cuál es el real motivo de su viaje? Se trata de su próxima participación en el Global Citizen Live, un festival anual para recaudar fondos para los países en vías de desarrollo. Y que en esta edición pretende exigir a la Unión Europea y los países del G-7 la donación de vacunas contra el coronavirus para los países más pobres.

Ahora, más allá del motivo de la visita a la ciudad que nunca duerme, o la primera aparición en público de Meghan, ha sido un detalle del príncipe Harry el que se ha llevado las miradas.

El nieto de la reina Isabel II, y padre de dos, fue visto saliendo de la plaza de las Naciones Unidas con su computador en un estuche negro que solo tiene dos palabras: “Archie’s papa”. Así mientras los pequeños se quedaron en Los Angeles, su padre los recuerda en la Gran Manzana.

La foto fue tomada, antes de su visita al One World Trade Center, y luego de su reunión las Naciones Unidas con la embajadora norteamericana para las NU, Linda Thomas-Greenfield. 40 minutos en los que discutieron sobre la pandemia, la justicia racial y la salud mental.